158. MOTEL DEL AMOR
NARRADORA
Como siempre, el olor a medicina y plantas verdes dio en su nariz, la amargura de las hojas y la dulzura de las flores.
La encontró sentada en su sillón leyendo un libro junto a la ventana abierta.
— ¿Por qué no has pedido que te cierren la ventana? Te puedes resfriar, ya están bajando las temperaturas - Morgan fue enseguida a cerrar las hojas acristaladas.
— No seas tonto, necesito tomar un poco de aire de vez en cuando - la suave voz le dijo.
Morgan miró a la pálida mujer sentada frente a él, no importa cuanto maquillaje se pusiera en el hermoso y delicado rostro, las ojeras y el semblante de debilidad, no se podían ocultar.
Ella siempre parecía que iba a morir en el siguiente segundo, Morgan dudó en cómo decirle.
— Lucía…
— Sé por qué viniste Morgan, es papá - como siempre ella parecía poder leerlo de pies a cabeza.
— Le ha sucedido algo a papá, lo sentí en mi pecho, intenté llamarlo al celular y no me responde.
Los ojos de Morgan miraron preocupados a los verdes de Lucía