12. HASTA AQUÍ LLEGUÉ
TRINITY
La mujer del cuarto sale en un puro temblor y comienzan a discutir en voz baja.
Yo sin poderme ir y con ganas de tirarme por la ventana.
¡BOOM, BOOM, BOOM! La puerta de entrada retumba sin cesar.
Los veo de repente como se giran a mirarme, una mala premonición aprieta mi pecho.
—Métete en el baño y no se te ocurra salir — él le susurra empujando su espalda y la mujer corre al interior de la habitación.
—Sé que necesitas dinero y yo necesito un favor —me dice atropelladamente las palabras, caminando hacia mí y mirando desenfocado a la puerta —Di que eres tú mi amante, Celia no se va a creer que esta es una reunión o algo así…
—¡¿Qué?!
—No grites, estúpida —da un paso adelante queriendo taparme la boca y yo retrocedo a la defensiva
—Solo será un mal rato y te pagaré luego muy bien, diremos que se acabó, seguirás en tu puesto, no te voy a echar y arreglarás tus problemas de dinero, sé que tienes una hija pequeña, maldición, decídete rápido…
Mientras más lo escuchaba, más ri