C238-ACTUAR COMO UN REY.

La cena se organizó en uno de los salones privados, lejos del bullicio del castillo. La mesa estaba servida con cuidado, iluminada por lámparas bajas y rodeada de una atmósfera tranquila. Drakos estaba de pie, junto a la cabecera, esperando.

Cuando Ashley cruzó la puerta, sus ojos la buscaron al instante y al verla, algo en su rostro cambió. La tensión se desvaneció, y por un segundo, sus ojos brillaron con un calor que solo ella conocía.

Ashley también lo sintió. Ese tirón invisible que la empujaba hacia él. Pero no se dejó llevar. Caminó con calma, conteniéndose y cuando estuvo lo bastante cerca, Drakos le rodeó la cintura con una mano y la atrajo con suavidad hacia él.

—Alma —dijo, mirando a la visitante—. Te presento a mi mujer.

Alma, sentada en el otro extremo, alzó las cejas con sorpresa. No dijo nada enseguida, se puso de pie, elegante, segura, y se acercó despacio, dejando que Ashley la estudiara.

—Es un gusto, Ashley —dijo Alma, extendiéndole la mano.