C237- ALFA ALMA.
C237- ALFA ALMA.
Habían pasado dos días. Dos días sin verlo, sin escucharlo, sin oler su presencia cerca. Ashley no habia salido de la habitación. Comía allí, leía, y cuando ya no podía concentrarse más, se sentaba en el alféizar de la ventana, con la mirada perdida en las montañas. Lo único que quería era no pensar. Que su cabeza se apagara, aunque fuera un minuto.
Estaba dolida, se sentía incompleta, usada.
No solo por lo que Drakos había dicho, sino por lo que le ocultó. La palabra “mentira” no dejaba de repetirse en su mente.
¿Por qué no le dijo la verdad desde el principio? ¿Acaso creyó que no podría soportarlo?
Y lo peor...
¿De verdad iba a morir si quedaba embarazada? ¿Por qué? ¿Qué tenía su cuerpo de tan diferente? ¿Era el hijo de un dragón una maldición para su especie?
Nada tenía sentido y eso la desesperaba.
La puerta se abrió de pronto, y Ashley se tensó como un resorte, pensó que era él.
Pero no. Era Isolda.
—Mi señora… —dijo con suavidad—. El rey quiere verla en el salón