C257- CONDICIONES.

Drakos no se movió.

Tenía mirada clavada en ella, como si su mente tardara en procesar que no era una alucinación.

Ashley.

Su nombre en su mente golpeó en su pecho como un trueno sordo, tragó saliva, y quería ir a ella y abrazarla para calmar el vacío que su partida le habia provocado.

Pero no lo hizo.

Porque el simple hecho de que estuviera allí, barrio todo sentimiento dulce que pudo haber en él.

Y Ashley no estaba mucho mejor, no habia esperado verlo allí, de todos los lugares en los que la buscaría, nunca imagino que iría a Arzen.

Pero allí estaba. Altivo, poderoso, hermoso… pero no de ella.

Mia gruñía dentro de su pecho, dando vueltas como una loba enloquecida y la empujaba, le exigía, le suplicaba, que fuera a él.

Pero no se movió.

Se quedó ahí, clavando los talones al suelo como si eso pudiera frenarla. Su respiración era agitada, el pecho subía y bajaba con fuerza, sus dedos temblaban, y los escondió, como si él no supiera ya que estaba quebrada por dentro.

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