C203- NO TENGO OTRA OPCIÓN.

Ashley no opuso resistencia, pero, aun así, los guardias la empujaron con fuerza. Tropezó, cayendo al suelo de piedra y escuchó el sonido seco de su frente golpeando una esquina de roca. El dolor fue inmediato y algo caliente le chorreó por la ceja.

Sangre.

La sintió bajar hasta el pómulo. Sin embargo, no dijo nada, tampoco lloró, ella no iba a quebrarse delante de ellos.

Uno de los guerreros rio.

—Que tengas una buena estadía, loba.

Los otros soltaron carcajadas y uno escupió cerca de ella antes de girarse e irse.

Ashley apretó los dientes, se incorporó con torpeza y miró la celda. Estaba vacía. Sin cama. Sin cobija. Solo una cubeta oxidada en la esquina. Las paredes estaban húmedas y el aire olía a moho y el frio del suelo le calaba los huesos.

Pero sin importar que, se abrazó a sí misma y se arrastró hasta el rincón más oscuro. Se acurrucó allí, respirando por la boca, y cerró los ojos.

No lloró, pero dolía.

El golpe. La traición… Drakos.

La imagen de él