C124- DEJAME PROBARTE.En el bosque, la luna colgaba alta y Willow miró a los lados, inquieta.—Noah… ¿y si la bestia aparece?Él se acercó y le besó la sien con suavidad.—Aquí estamos a salvo —le dijo en voz baja, buscando calmarla—. Este lugar es sagrado. Aquí no puede entrar ninguna criatura maldita… ni siquiera esa.Ella lo miró, viendo la seguridad en sus ojos, y asintió lentamente.—¿Estás lista?—Sí… aunque… —ella respiró hondo e hizo una pausa—. ¿Crees que… nuestros lobos se ataquen?Él sonrió suavemente, tomó su mano y la llevó hasta su pecho, donde sus latidos eran fuertes y rápidos.—Mira cómo lo tienes —susurró—. Como me tienes. Esto es real, Willow. Él… te está esperando.El corazón de ella se apretó dulcemente, soltó su mano y dio un paso atrás. Cerró los ojos y dejó salir a su loba.Su cuerpo se quebró, y un instante después, donde estaba Willow, ahora se alzaba una gran loba rojiza, de pelaje brillante y ojos dorados como brasas vivas. Ella se quedó inmóvil, observánd
C125- SÉ SOLO MÍO.Ella tragó saliva. Su cuerpo definitivamente estaba listo para ello, para él.Noah se inclinó y dejó un beso en su vientre. Luego deslizó lentamente su dedo medio entre sus labios, y ambos dejaron escapar gemidos. Él rozó su entrada, ya empapada, y hundió su dedo dentro de ella hasta el primer nudillo, provocándola aún más.Willow soltó un jadeo, observando la lujuria en su rostro a través de sus ojos entrecerrados, respirando profundamente para que su aroma masculino inundara sus sentidos.—Joder, Willow —gruñó mientras la acariciaba.Él rozó su nariz contra sus pliegues y luego inhaló profundamente antes de seguir el mismo camino con su lengua.—Sabes jodidamente dulce —murmuró.Sus manos callosas separaron sus piernas todavía más, y su aliento caliente la hizo temblar. Willow se mordió el labio, contuvo la respiración, al borde de la desesperación. Él no la tocaba donde más lo deseaba. Los dedos de Noah se arrastraron más arriba, y luego sus pulgares separaron s
C127- AQUEL QUE AÚN RESPIRA.Zayden y Noah cruzaron los límites de la manada, tal como lo habían planeado. Habían dicho a las chicas que se trataba de un viaje por asuntos formales, algo urgente que no podía esperar.Y mientras Zayden mantenía el ceño fruncido, pensando en las respuestas que buscaba, Noah iba a su lado con una sonrisa que parecía pegada con pegamento.—¿Me vas a decir qué te pasa? —gruñó, girando la cabeza—. Tienes esa sonrisa congelada en la cara desde que salimos. Pareces idiota.Noah sonrió aún más, como si le acabaran de decir el mejor cumplido del mundo.—Así se ve un hombre enamorado, satisfecho… y sobre todo, un hombre que encontró a su alma gemela —declaró, alzando una ceja.Zayden parpadeó confundido.—¿Espera… alma gemela?—Así es, viejo amigo.—Pero tú… —se detuvo en seco, entrecerrando los ojos mientras lo miraba fijamente. De pronto, sus ojos se abrieron llenos de sorpresa—. No me jodas… ¿Tú y Willow?Noah asintió, lento y con esa misma sonrisa tonta que
C1- NACIÓ MUERTO.—¡Ya viene, Luna, ya viene! —dijo la sanadora—. El cachorro ya pronto estará en tus brazos. ¡Puja, puja con todas tus fuerzas!Odette obedeció. Su cuerpo, tembloroso y empapado en sudor, jadeaba mientras otra ola de dolor la atravesaba. Apretó los dientes, sus manos se aferraron con fuerza a las sábanas empapadas y dejó que su cuerpo se desgarrara desde dentro. De repente, llegó el alivio. Y con él, un vacío abrumador.—Ya está —anunció la sanadora. Pero su tono no era de triunfo, sino de tristeza.Odette levantó la mirada, con los labios temblorosos.—No escucho llanto. No escucho nada. ¿Cómo está? —preguntó, apenas sosteniendo sus palabras—. ¿Por qué no llora? ¡¿Por qué no lo escucho?!La sanadora no respondió al instante. Miró al pequeño cuerpo inerte en sus brazos y luego a ella. Sus ojos lo dijeron todo antes de que hablara.—Fue un niño, Luna... pero... nació muerto.Odette parpadeó, como si no pudiera procesar las palabras.—No... —susurró, su voz quebrándose—
C2- VÍNCULO ROTO.A la mañana siguiente, Odette se levantó de la cama con movimientos lentos; su cuerpo aún estaba débil y adolorido. Kilye, su doncella, la miraba con preocupación.—Mi señora... es muy pronto para levantarse. Está muy débil —dijo la joven loba.Pero Odette negó, ignorando el ardor que aún sentía en su vientre.—No, Kilye. Tengo que verlo. Necesito solucionar esto con Ragnar.La chica suspiró, resignada. Sabía que no había forma de detenerla. Todo el mundo conocía el amor que Odette le tenía a Ragnar, un amor que había nacido desde que eran cachorros. Su unión había sido bendecida por la Diosa cuando sus lobos despertaron, y ese día había sido el más feliz de su vida.Pero esa felicidad se había desmoronado con el tiempo, con cada embarazo fallido, con cada pérdida. Y ahora, su relación pendía de un hilo, pero Odette no estaba dispuesta a dejar que se rompiera.Estaba segura de que lo que Ragnar había dicho la noche anterior era producto del dolor y la ira.Tenía que
C3 - ELLA ME OBLIGÓ.1 MES DESPUÉS…Durante los días siguientes, el vínculo de Odette con Ragnar comenzó a desintegrarse. La atracción que alguna vez sintió por él se desvanecía poco a poco, y con ella, su fuerza. Pero tanto ella como Lía estaban en peligro. La falta de energía la debilitaba cada vez más.Afortunadamente, Kylie, su criada personal, no permitía que se derrumbara por completo. Todos los días le llevaba jugos y comida exótica, y cuando Odette se negaba a comer, la obligaba, como en ese momento.—Mi señora… tiene que comer. Está muy débil —insistió la joven, colocando un plato frente a ella.Odette suspiró y tomó el cubierto con lentitud. Kylie sonrió, satisfecha.—No puede darle el gusto de verla destruida. Esa Briella no es nada comparada con usted, mi señora.Odette entendió a qué se refería.Porque, aunque ya no era la compañera de Ragnar, seguía siendo la hija de Alistair Silvermoon, uno de los antiguos alfas de los siete reinos.—Gracias, Kylie —dijo, tomando la man
C4-RECUPERARLO TODO.«¿Bebé?»El pecho de Odette se contrajo. —¿Cómo pudiste, Odette? —gruñó Ragnar, su mano rodeando su garganta, su agarre era despiadado —. ¡¿Cómo te atreves a intentar matar a mi hijo?! ¡¿Tan resentida estás que serías capaz de hacer algo tan bajo?!Ella agarró su muñeca, luchando por respirar.—¡Ragnar! —exclamó con dificultad—. ¡Suéltame!Pero, en lugar de soltarla, la arrojó al suelo, ella cayó sobre sus manos y rodillas. Y cuando levantó la vista, se encontró con la mirada fría y acusadora de su excompañero.—Mantente lejos de ella —la amenazó—. Es mi última advertencia. Briella está embarazada de mi heredero. Y si tengo que sacarte del medio para que él viva, ten la seguridad de que lo haré, Odette. ¡No me pongas a prueba!La ira y el dolor perforaron su pecho, pero no dijo nada. Solo lo observó girarse hacia Briella y levantarla en sus brazos, como si fuera su tesoro más preciado, mientras la llevaba de regreso al castillo.Horas más tarde, se abrazaba a sí
C5-ALFA ZAYDEN.Zayden entró al gran salón imponente de un verdadero alfa. Su cabello negro caía desordenado y sus ojos de un azul profundo se movieron con astucia sobre la multitud. Alto, musculoso y con la energía dominante de un lobo nato, su sola presencia silenció la habitación.Odette lo miró y sintió una atracción inmediata, un magnetismo innegable. No era solo su apariencia, era su poder, la seguridad con la que se movía. Por otra parte, Briella también lo observaba con interés. Sus labios se entreabrieron sutilmente, como si ya imaginara lo que sería estar bajo el dominio de un alfa como él.Zayden avanzó, y todos se acercaron, ansiosos por saludarlo. Las palabras de bienvenida y las reverencias eran inevitables, sin embargo, de la nada su mirada se cruzó con la de Odette. Ella respiró hondo, armándose de valor, y comenzó a caminar hacia él con seguridad. Y cuando llegó, le entregó una copa con una sonrisa seductora.—Bienvenido, Alfa Zayden —dijo, con un toque de coquetería