_Ugo creo que deberías parar, ya has bebido demasiado por hoy.
_ Yo soy quien determina cuando parar, déjame en paz, Renzo.
_ Se que no estas bien por lo que ella te dijo, pero te lo hubieras ahorrado si no le enseñabas las dichosas fotos.
_Este soy yo, Renzo, es mi carácter y si Jovanna no tiene estomago para estar con un hombre capaz de reventarle los testículos a otro solo por defenderla. Ella y yo no tenemos futuro.
_ Creo que estas así, porque desde un principio tuviste la esperanza de un futuro con ella.
_ Sí, pensé que mi odio por ella era más fuerte que el amor que me inspira pero es todo el contrario. Los dos sentimientos van a la par y eso es peor que si uno de los dos fuera más fuerte.
_ ¡Entiendo! Voy a mi guardia, si necesitas algo.
_ Sí, te llamaré. _ le dijo Ugo notablemente borracho.
_ Por cierto, una cosa más antes de irme ¿Ya decidiste que haremos con Loredana Ceccarelli?_ le dijo Renzo volviendo sobre sus pasos.
_ La verdad es que cuando desapareció Jovanna y Matteo