C71- ¿A QUIÉN TRATAS CON TANTA DULZURA?
Kate estaba de espaldas, con el celular pegado al oído y una sonrisa que Grayson no le había visto en todo el día.
—No digas esas cosas, carino… —dijo Kate, riéndose bajito.
Carino. ¿Carino?
Grayson frunció el ceño y caminó despacio hacia ella, sin hacer ruido, con la mandíbula apretada y los pasos medidos.
—Te juro que tampoco puedo dejar de pensar en ti… —el tono de voz de Kate seguía dulce, bajo, casi como si acariciara con palabras.
El estómago de Grayson se revolvió y sintió una punzada estúpida en el pecho, como si alguien hubiera tirado de un cable mal conectado.
Otra pausa.
—¡Mi amor! Ya te he dicho que eso no es gracioso.
Grayson se detuvo a medio metro, con las cejas fruncidas y los celos revolviéndole el pecho como ácido. ¿Quién demonios era mi amor? ¿Y por qué sonaba como si estuviera completamente enamorada de él?
Estaba a punto de arrebatarle el teléfono cuando el suyo sonó de golpe en su bolsillo. Gruñó con frustración, lo sacó y