C60- TÚ SABES MUY BIEN DONDE HERIR.
C60- TÚ SABES MUY BIEN DONDE HERIR.
La habitación privada era grande, silenciosa y llena de máquinas.
Jason estaba acostado, pálido, con un vendaje en el torso y una manta cubriéndole las piernas. Y de repente abrió los ojos despacio y al principio no entendió dónde estaba. Y pronto recordó el accidente, la pelea, su auto sin frenos.
Intentó moverse… y sintió algo raro.
No sintió sus piernas.
—Tía… —murmuró, con la voz seca—. Mis piernas… ¿Porque no puedo moverlas? ¿Porque siento como si se me hubieran dormido?
Grace estaba sentada a su lado, sosteniéndole la mano con fuerza. Su rostro estaba destrozado.
—Jason… cariño… —su voz temblaba—. El accidente fue muy grave. Hubo una lesión… en la columna.
Jason frunció el ceño, confundido.
—¿Qué dices? No. Solo están dormidas, eso pasa después de un golpe fuerte.
Miró a Emma, esperando apoyo, pero ella estaba parada a los pies de la cama, con lágrimas corriendo sin parar.
—Emma —dijo él—. Tú dime la verdad.
Ella negó con la cabeza, ahogada en