C61-SERÁ UNA BUENA ALIANZA.
C61-SERÁ UNA BUENA ALIANZA.
El sol de la mañana pintaba el jardín con tonos dorados. Katerina empujaba suavemente el coche donde Arthur reía, con sus manitas regordetas agarrando su sonajero. Cada carcajada del niño era como un pequeño rayo de luz en la oscuridad que sentía.
—¿Te gusta la mañana, bebé? —preguntó Katerina, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Mientras lo veía sentía un nudo en la garganta. Este pequeño, con sus rizos rebeldes y ojos idénticos a los de James, era lo único que la mantenía en pie. Por él aguantaba todo: las miradas frías de su marido, los silencios tensos en la mesa, las noches vacías.
—¿Podrá algún día perdonarme? —se preguntó de repente.
Katerina tragó saliva.
—No. Él... me odia... me odia...
Esa verdad le sabía amarga, además, James llevaba días evitándolos a ambos, como si fueran fantasmas en su propia casa.
Katerina se dejó caer en el banco del jardín, con el cochecito de Arthur frente a ella. Las lágrimas amenazaban con brotar, pero las contuv