C58 -SOLO DESAPARECE.
C58 -SOLO DESAPARECE.
El silencio en la sala era espeso.
El médico acababa de salir después de vendar el pie de Margaret, pero el ambiente estaba lejos de calmarse. Marshall y Tom permanecían de pie frente a ella, y sus rostros no mostraban compasión alguna.
Marshall fue el primero en hablar, con la voz cargada de decepción:
—Drogaste a una mujer, mamá. Mentiste sobre Mason. ¡¿Qué más vas a destruir?!
Los ojos de Margaret se abrieron con sorpresa. Porque nunca imaginó escuchar esas palabras de su propio hijo; lo lógico era que estuviera de su lado, como debería.
—Hijo… —murmuró con un tono agraviado—. Yo lo hice todo por ti. Por proteger lo que era nuestro, tú no entiendes…
Marshall no se inmutó y su mirada se mantuvo fría.
—No, mamá. No lo hiciste por mí. Lo hiciste por poder, por ambición. Siempre supe que tú y papá tenían una relación podrida. Se la pasaban peleando, incluso prefería dormir en mi habitación antes que en la tuya.
El rostro de Margaret palideció.
—¿Por qué atarte a u