C27-FELICES VACACIONES, ESPOSA.

Adler abrió los ojos con una calma extraña para él, sus brazos estaban rodeando a Gianna, quien respiraba tranquila contra su cuello. Se quedó un instante mirándola, sin querer moverse, hasta que la tentación lo venció y rozó su piel con la yema de los dedos, acariciándole el brazo desnudo, y después inclinó la cabeza para besarla despacio.

Gianna gimió suavemente, todavía dormida, y ese sonido bastó para que Adler continuara dejando un rastro de besos que la hicieron removerse entre sueños y poco a poco, sus pestañas temblaron hasta abrirse, y cuando lo vio tan cerca, sonrió con una dulzura que a él lo desarmó.

—Buenos días —murmuró ella con voz ronca.

Adler sonrió ladeado.

—¿Sabes lo difícil que es no comerte viva cuando despiertas así? —susurró con un tono grave y sexy.

Ella se sonrojó, incapaz de responder más que con una sonrisa tímida, y él aprovechó para atrapar sus labios en un beso profundo, hambriento y en segundos ya estaba encima de ella, su