C28-AFEITADO A DOMICILIO.

Kate bajó del taxi con el corazón en la garganta. No había dormido durante el vuelo, cada minuto en el aire lo había pasado repasando en su mente la imagen de Grayson herido, preguntándose cómo estaría, si la necesitaba, si habría preguntado por ella y apenas dejó la maleta en el hotel, corrió hacia la clínica con el pulso acelerado.

En recepción, apoyó las manos en el mostrador, impaciente.

—Grayson Maxwell. Necesito saber en qué habitación está.

La recepcionista tecleó unos segundos, levantó la vista y le informó.

—Habitación 304, tercer piso.

—Gracias. —apenas sonrió y ya estaba prácticamente corriendo hacia el ascensor.

El sonido de sus tacones retumbaba en el pasillo blanco mientras sus ojos saltaban de número en número, hasta que al fin vio el 304. El aire se le atascó en el pecho, dio un paso hacia la puerta y su mano temblorosa estaba lista para abrir… cuando escuchó risas desde dentro.

Se quedó helada.

Su ceño se frunció, más cuando escuchó una risa