Punto de vista de VALEN
Ver a Nireya practicar era una tortura.
Estaba de pie en el centro de la casa de la bruja con las manos extendidas, las palmas hacia arriba, temblando por el esfuerzo de lo que sea que la bruja la estuviera obligando a hacer. Un tenue brillo había empezado a emanar de su piel.
Al principio era suave, luego se volvió más brillante y comenzó a aumentar con cada respiración.
Chispas saltaban de sus palmas como seres vivos, crepitando en el aire antes de disiparse en la nada.
"Concéntrate", ordenó la bruja, rodeando lentamente a Nireya. "Siente la magia corriendo por tus venas. No luches contra ella. No intentes controlarla todavía. Solo siéntela".
Nireya frunció el ceño en señal de concentración, con la mandíbula tan apretada que pude ver cómo se le saltaba el músculo.
El sudor le perlaba la frente a pesar del aire fresco de la habitación, y su respiración era entrecortada y entrecortada.
Di un paso adelante sin poder contenerme.
"Alfa." La voz de la bruja me detu