Capítulo56
Tras su partida, solo quedaron gritos de angustia en el interior.

Lucía se sumergió en una pesadilla prolongada y turbulenta. En él, un demonio implacable la perseguía sin darle descanso alguno. Por más que intentaba huir, sus piernas no respondían. Un terror abrumador la envolvía por completo, oprimiéndole el pecho con fuerza hasta casi asfixiarla, como si la vida se le escapara entre los dedos. Entre sollozos ahogados, las lágrimas seguían brotando sin control alguno, surcando su rostro.

Paula lloraba desconsolada. Había intentado buscar ayuda de manera infructuosa, pero justo se encontró con Mateo en la puerta. Por suerte, él llegó justo a tiempo, evitando así lo impensable.

Entre lágrimas, suplicó:

—Señor Rodríguez, esto es mi culpa. No cuidé bien de Lucía. Tiene fiebre, deberíamos llevarla al hospital.

Mateo, con una frialdad inusual, respondió enojado:

—No es necesario. Javier, llévala a casa.

Sin más, Mateo cargó decidió a Lucía al auto y se marcharon.

Paula seguía lamentándos
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App