—No es eso. Hoy tiene que reunirse con clientes importantes. Tú solo cumple con tu trabajo en la oficina y listo.
Mateo era así con todos, una persona distante y fría.
Si realmente detestara a alguien, y no hubiera intereses de por medio, no permitiría por nada del mundo que esa persona apareciera ante él.
Al ver que Regina no respondía, Lucía añadió: —Deberías mejor centrarte en tu trabajo, en hacerlo bien, no en si le agradas o no.
—¿Acaso perderías la motivación para seguir trabajando si no le agradaras? —Lucía pronunció cada palabra con claridad y firmeza, siendo directa.
Regina reflexionó por unos minutos: —Tienes razón, lo entiendo. No debería ser tan impaciente.
Lucía respondió con indiferencia: —Ve a trabajar.
Así, Regina volvió a su puesto.
Como Mateo había ido a reunirse con los representantes del Grupo Financiero Horizonte, Lucía podría moverse libremente después del trabajo. Entonces decidió visitar a sus padres.
Lo que no esperaba era encontrarse allí con Adriana y Lily.
A