Diego enmudeció por unos minutos, porque todo su rencor durante años había aumentado gracias a pensar que Bella nunca hizo nada por recuperarlo, sin saber que ella había sido enviada fuera del país en contra de su voluntad y era algo que se salía de sus manos. Él sintió tanta tristeza. -Es usted una persona que decepciona a cualquiera ¿Enviar tan lejos a su hija y obligarla a abandonar sus estudios con tal de no estar conmigo? ¡Como alguien puede caer tan bajo! –Exclamó, mientras seguía su camino.
- ¡Diego espera! -Dijo mientras corría tras él y lo tomaba por el brazo.
El chico se soltó de golpe porque no quería que ella lo tocara. –Usted es una egoísta.
–Lo siento. -Dijo Camelia.
- ¿Qué quiere?
-Quiero obtener tu perdón. Yo sé que no es nada fácil, pero lo hago porque mi hi