Mi madre y Ferchito eran los únicos que se quedaban todo el día en el hospital hasta que, él decidió regresar a la ciudad porque necesitaba hacer algo que le diera paz a su alma. En una de esas oportunidades en que los médicos se distraen, mi madre aprovechó de entrar a la habitación.
-Madre, ya te dije que necesito tiempo. Por favor, aun no quiero hablar con nadie.
-Sara, ha pasado más de un mes. Estoy sola en el hospital, todos se fueron a la ciudad.
- ¿Dónde está Ferchito?
-Se fue a hacer algo allá, pero no sé qué ¿Por qué te niegas a escucharme?
-Tú lo sabias todo y también me lo ocultaste.
- ¡No sabía nada! Si me escucharas, lograrías entender muchas cosas.
- ¿Que necesito entender? Necesito entender que tuve un papá que me mintió, un papá que n