Minutos después, habíamos preparado los dos sitios: Cena romántica, flores, velas, globos con nuestros nombres y un te amo; porque, la idea era hacerle pensar que, aun veía por sus ojos para que no desconfiara y así poder hacerle beber de su propia medicina.
La playa y el hotel eran cercanos, por tanto, Tifani se quedó en un punto medio, desde una óptica donde pudiera divisar todo el panorama y Luna repasaba junto a su equipo de grabación todo lo que haríamos.
Fui a casa para alistarme y al verme salir tan sigilosa, mi madre sospechó que algo estaba planeando. - ¿A dónde vas? ¿A dónde vas tan bonita? ¿No te vas a despedir?
-Iré a cenar con mis hermanas. No te vi…
- ¿No me viste? Siempre estoy aquí en la mecedora a esta hora.
- Estoy un poco distraída.
- ¿Segura? ¿Por qué no me coment