Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa oficina de Fontaine nunca había parecido tan grande ni tan fría. Ventanas panorámicas mostraban Madrid extendiéndose abajo, ciudad indiferente al sufrimiento que ocurría en este piso ejecutivo.
Cassandra y Sebastián estaban parados frente al escritorio masivo de caoba. Victoria se apoyaba contra la pared lateral, laptop abierta en sus manos, sonrisa satisfecha en su rostro.
Fontaine los observaba desde su silla de cuero. No hablaba. Solo observaba. Dejando que silencio se extendiera hasta que el aire mismo se sintiera denso.
—Encuentro no autorizado. —Finalmente rompió el silencio—. Violación directa de términos contractuales.







