Especial Oliver
Desde que tengo memoria, solo hemos sido mi mamá y yo. No es que no tenga padre, lo tengo. Se llama Nicolás, y es un idiota. Lo único que le importa es el trabajo. No es que no haya intentado llevarme bien con él; al contrario, lo he intentado muchas veces, pero simplemente me ignora. Me trata como si tuviera tres años, cuando sabe perfectamente que mentalmente soy mucho más maduro.
Para entender la situación, deberíamos saber que mi padre no vive en Seattle. Se fue a trabajar a Canadá. Se graduó en la misma carrera que mi mamá, pero no es tan bueno como ella.
Viene a la ciudad dos veces al año, para pasar tiempo conmigo y mis abuelos. Ellos sí son geniales. A veces voy a verlos y paso unos días con ellos, pero como viajan mucho, no sucede con frecuencia.
Nicolás y mi mamá están separados desde que ella se quedó embarazada de mí. En realidad, fue antes de eso. Según mi madre, se dieron cuenta de que no se querían tanto, y decidieron que lo mejor era estar separados, pe