Caminar.
Salimos juntos del restaurante, él se ofreció a acompañarme.
Yo quería caminar por la playa y después broncearme un rato.
Enfrente del hotel estaba estacionado un automóvil deportivo , color rojo era bastante llamativo, y seguramente caro.
Cuando nos aproximamos del vehículo un hombre nos saludo con la cabeza y le pasó las llaves a Daniel.
–¡ yo quería caminar ¡ ¿ pero si tenes algo que hacer puedes irte?
—¡No, no tengo nada importante para hacer!..¡ Excepto caminar contigo!
Me sujetó de la mano y cruzamos hacia la playa, él hombre nos miraba con asombro.
La actitud de Daniel causaba mucho asombró en los funcionarios del hotel.
—¡Daniel! ¿ ya viniste aquí antes?
–¡Si! En muchas ocasiones, de hecho éste hotel es de mi familia.
Lo administra mi tío.
—¡Ahora comprendí!
—¿Qué cosa?
–la actitud de los funcionarios, ¡ siempre están nerviosos cerca de ti! ¿ acaso los maltratas?
Me detuve en seco, tenía que saber.
El se volvió hacia mí y sólo se río —¡claro que no cariño!
Ya dije es mi tío qu