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¿Estás enfermo?
Los días transcurrieron pacíficamente cada día estoy más familiarizada con los muchachos en especial con Brandi y Jonathan.Brandi me acompañaba a caminar por las tardes siempre tenia muchas historias interesantes que contar, gracias a él no me desagrada más estar acá.Jonathan por su parte era más callado y tranquilo lo que teníamos en común era el amor por los libros, me solía esperar para leer juntos, a principios me extraño mucho porque según me contó Brandi a él no le agradan las personas, prefería estar solo que compartir un momento con otras personas.Pero conmigo se portaba diferente, era amable y muy atencioso me solía explicar las partes más interesantes de las novelas y siempre me apartaba un libro para que pueda leer en mi habitación o cuando ellos no estaban.A parte de mi, su mejor amigo era Simón con quién tenía muchas cosas en común, pero leer no era uno de esos.Simón es del tipo más aventurero, tal vez sea por eso que siempre acompañaba más a Piero cuando salían
¡Jamás, permitiré que te hagan daño!
Me miró fijamente —¡Lo siento si te di a entender eso!— la verdad que soy así, con todas las personas no me gusta involucrarme con nadie, en mi mundo no tengo espacio para amigos ni familia, —Por eso me comporto de esa forma para no herir a los demás.—No soy una buena persona, mi vida ya estaba decidida desde mi concepción, nunca tuve la oportunidad de elegir es por eso que jamás aprendí a ser amable.— ¡Te evitaba para no hacerte daño!Eso me sorprendió, no esperaba que me explicara sus motivos.—Tengo que decirte algo, —¡Una vez conocí a una chica muy especial me enseñó el amor, la felicidad pero también me enseñó otra cosa el dolor de perder!—¿Perdiste a alguien importante? Dije acercándome a él —¿Murió?Pregunté por la forma triste que la recuerda eso parecía.—No, algo peor..Dijo con una voz fría —¡Ella me olvidó!Cuando dijo eso algo dentro de mi comenzó a acelerar era mi corazón.No sé porque pero siento que estas palabras, fueron dichas para mí.Antes que pudier
Dormida en sus brazos.
Al cabo que los días pasaban me sentí más a gusto con Daniel, tal vez pueda estar equivocada y realmente tenga un poco de sentimientos, solo no sabe cómo demostrar.Procuró hacer todo lo posible para llevarme bien con él mientras estamos solos en la casa, para demostrar mi interés en estar bien con él siempre preparaba las comidas con mucho cuidado y perfección, insistiendo muchas veces conseguí que el me acompañará a comer en la mesa, según descubrí su plato favorito era el espagueti así que me esmere en preparar los más buenos posibles, nunca pregunté si le gustaba la comida que hago, porque ya era un logro que viniera a sentarse conmigo. Intente hablar de cosas buenas, que había visto antes por la televisión,—Sabes los días no pasaban tan rápido, cuando estas en una situación crítica sin Internet, canal y en el desierto. Reclamé sin darme cuenta.—¡Lo siento!Me disculpé no tenía ningún motivo para hacerlo ya que gracias a qué estoy acá aún sigo con vida.—¿ Por qué siempr
Ya no puedes ser amable con ella.
Salí en el patio acompañado de Simón, aunque no hablaba mucho era una buena compañía.Algunos minutos después que Luz se haya retirado de la sala, Piero comenzó a hablar —Brandi.Dijo con su habitual voz sería.—Como tu superior estoy obligado a decirte, pero solo te diré una vez…Se acomodo y prendió su cigarrillo.Brandi, aún no entendía de qué se trataba la conversación, o que había hecho mal.—Entonces, ¡espero que me escuches muy bien!y sobre todo lo entiendas aun mejor, —por tu seguridad Aléjate de esa chica…Su voz sonaba muy autoritario y frío.—¿Chica, me estás hablando de Luz?Le pareció raro, que le estuviera prohibiendo — Si, ella es la única chica, que vive con nosotros aquí.—No entiendo jefe, ¿ por qué debo apartarme de ella? —¡Acabamos de decir que somos sus amigos!Dijo confuso volteo a mirar hacia Jonathan.—¿Aun quieres seguir en este equipo?Volvió a preguntar.Brandi asintió con la cabeza.—Entonces lo mejor que puedes hacer, es olvidarte de am
Beso.
La puerta de la habitación se abre lentamente para no despertar a la persona que estaba dormida el lugar estaba totalmente a la oscuridad, pero eso no le impidió a Daniel observar el hermoso rostro dormido de ella, se sentó a un lado de la cama esa escena se repetía todas las noches, tenía la gran necesidad de mirarla por un momento agarró una mecha de su cabello la olía era tan suave,—¿Por qué, siempre tengo esa necesidad de mirarte? Aunque no me puedas recordar yo sigo pendiente de ti, mi corazón ahora mismo esta por estallarse,—Sabes que hoy no pude aguantar sin verte,—¡Me esta siendo muy difícil controlarme, bebé!—¡Te extraño tanto! Si no me recuerdas pronto, creo que voy a enloquecer de ansiedad.En la oscuridad de mi habitación de pronto, sentí que alguien me observaba abrí mis ojos lentamente para mi sorpresa me cruce con la mirada fija de Daniel, estaba sentado cerca de mí en mi cama.—¡Daniel! —¿paso algo?.Dije sentándome en la cama, él se puso algo nervioso y se levant
Mía...
Cuando salieron de la casa algunos minutos después comencé a sentirme muy sola de pronto me lleno un vacío acompañado de un inmenso miedo que llenaba mi interior, no sabia si tenia miedo de quedar sola o si tenia miedo de que ellos nunca vuelvan, decidí sentarme en un costado de la sala, solía hacer eso cuando era una niña eso siempre calmaba mi ansiedad por algún motivo me quedé dormida.No escuche cuando Daniel había llegado, mi sueño era muy pesado.El me estaba buscando ya por toda la casa, seguramente pensó que me había ido en algún lugar solo me vio cuando que por fin se recordó de la biblioteca, me vio en la sala dormida acostada en el piso.—Claire, ¿estabas aquí? Dijo acercándose a mi.Abrí lentamente mis ojos algo perezosa.—Dios, ¡te busque mucho¡se veía algo nervioso y preocupado.Su voz y el barullo que hizo al entrar me despertó, yo estaba aun medio somnolienta, pero al verlo me sentí tan aliviada y feliz; —¡Daniel, volviste ¡Lo abracé sin pensarlo dos veces.
Mi cuerpo se estremeció.
Sentí que todo mi cuerpo estremecía con su vos, mi corazón comenzó a acelerarse y mis manos temblaban me quedé en un estado atónico después de escuchar sus palabras, no fueron solamente esas palabras que me hicieron sentir así sino mas bien también fueron sus manos frías y a la vez calientes que corrían lentamente por mi muslo, tocando cada centímetro de mi piel después iban recorriendo hacia mi espalda como una serpiente que se arrastra, sentí su palma caliente masajeándome, eso hizo que mi cuerpo comenzará a calentarse también, era eso o estar en una posición tan íntima que me hizo templar yo estaba en su regazo con mis piernas entrelazadas a él, mis manos los tenía puesto en su pecho no me podía mover, sentí que me abrazaba con mucha fuerza , en ese instante pude escuchar su respiración acelerarse gradualmente, como si estuviera cazando alguna presa.De pronto sentí que mordía lentamente mi cuello, no fue algo doloroso pero me hizo gemir, creo que lo hice más bien porque no me e
falso amor.
Sujete su rosto no puedo creer —Dan…Las palabras no salían de mi boca pero mis ojos se llenaron de lágrimas, no los puedo contener chorrean sin control.—¡No llores! Dijo suavemente y siguió besándome en la boca cuando más lo hacía más recuerdos me llegaban a la mente.Toda esa noche hicimos el amor, —Te extrañé.Me susurró en mi oído, —¡Lo siento! Pronuncié suavemente.Sentirlo en mi era la mejor sensación que estaba experimentando después de mucho tiempo, no puedo saciar mis ganas de él, después de muchas horas haciendo el amor por fin me quede dormida en sus brazos, no sabe cuando anhelaba sentirlo cerca de mí cuerpo, en mis sueños lo tenía pero nunca pude ver su rostro, ahora puedo verlo y sentir su aroma sabor a menta que cubre toda mi piel.Al día siguiente me desperté cansada toda dolorida, al mirar el lado de la cama donde se había acostado anoche ya no estaba, mire afuera desde la ventana pude notar que ya había amanecido y seguramente eran como el medio día por la ca