Iris
Mis ojos no se quieren abrir. ¿Qué pasó? Lo último que recuerdo es la sonrisa de satisfacción en el rostro de Roy.
¿Fue un sueño otra vez, o realmente lo hicimos de semejante manera?
—¿Estás bien? —escucho una voz familiar.
Me esfuerzo por despegar mis párpados y allí está Roy, a mi lado con su dulce mirada puesta en mí, mientras sigue acariciando mi cabello y mi rostro. No puedo creer que mi primo tenga un lado tan gentil. ¡Un momento! Entonces, ¿en verdad dormimos juntos?
—Si —respondo después de espabilarme.
Cuando vuelvo en mí, trato de levantarme y huir inútilmente. Apenas me logro enderezar mis piernas flaquean y caigo sobre Roy, y al terminar acomodada en sus brazos comienza a reír a carcajadas, pero no con esas risas de desprecio o burla, en este momento sus risas me parecen simpáticas e incluso hasta se ve tierno.
¿Acaso viajé a otro mundo? ¿O me enviaron a un universo paralelo? ¡¿Este es mi primo Roy, el niño odioso con el que crecí?!
Quedé estupefacta con su s