Alejandro al colgar la llamada de su madre estaba muy nervioso, no se imaginaba lo que estaba sucediendo en realidad, pero no le quedaba más remedio que obedecer lo que Ámbar le había ordenado. Estaba en juego el dinero de la herencia, sin embargo, lo que más le preocupaba era su hijo.
Subió rápidamente a la habitación para buscar a Valentina y, para su sorpresa, la encontró acompañada de Eloísa, quien la estaba consolando. A pesar de la difícil situación en la que se conocieron, ambas lograron acercarse y entre ellas nació una empatía que las unió como hermanas.
Eloísa era muy diferente a su madre; ella tenía buenos sentimientos y nunca estuvo interesada en la fortuna de su padre. Sin embargo, era una chica ingenua y siempre estuvo bajo el cuidado de Sandra, haciendo todo lo que ella le ordenaba. La manipulaba con mucha facilidad, pero había encontrado en Valentina un apoyo y disfrutaba mucho de su compañía. Por eso, al enterarse de que su hermana no podía tener hijos, no dudó e