La proximidad de Laura después de tantos años generó en Alejandro una notable inquietud. Aunque había logrado enamorase de Valentina y, en cierta medida, había relegado su relación con Laura al olvido, el aroma de su piel evocó recuerdos de momentos apasionados que compartieron en secreto. No pudo evitar un leve estremecimiento; Laura era consciente de que su presencia lo intimidaba.
Laura había atravesado un sufrimiento considerable, primero en su matrimonio con Javier, enfrentando maltratos que soportó durante años. Lo más doloroso para ella fue la pérdida de su hijo a manos de Ámbar, un vínculo que representaba el amor que sentía por Alejandro y que constituía su única ilusión en aquel entonces.
El reencuentro con Alejandro la llevó a revivir todos los momentos que habían compartido. Aunque pudiera parecer egoísta y poco ético, su regreso no solo perseguía la recuperación de su hijo, sino también la posibilidad de reconquistar a Alejandro, aun a expensas de su propia hija. La vida