En la habitación de los niños, Andi señaló la cama grande en el centro del cuarto.
—Oye hermano, esta noche vamos a dormir juntos.
Había pensado en poner dos camas infantiles, pero Marina decidió no complicarse. Los dos niños podían dormir juntos en una cama doble. Si acaso, dos adultos también cabrían sin problema.
Andi también era muy considerado y ayudó a Orión a abrir su maleta y a guardar su ropa en el armario.
Sacó una pila de libros que había preparado antes y la puso frente a Orión. Con una sonrisa pícara, dijo:
—Hermano, esto es un regalo del tío César para ti, son cosas para estudiar física y cuadernos de ejercicios.
Andi sonrió, travieso. ¡Era tan inteligente! A su hermano le encantaba estudiar y hacer ejercicios, seguro que le gustaba el regalo. Cuando terminara los ejercicios, podría dárselos a César.
¡Ja,ja,ja un plan perfecto!
Andi pensaba que había tenido una idea brillante.
Sin embargo, Orión, siendo tan listo, solo necesitó una mirada para saber lo q