Capítulo 257
Después de que Marina subió a su habitación, Perla se quedó sentada junto a Andi, escuchando en silencio la conversación entre los dos hermanos. La mayor parte del tiempo hablaba Andi, mientras que Orión solo decía unas pocas palabras de vez en cuando.

Hablaron un buen rato. Perla miró la hora y pensó que Orión ya pasaba demasiado tiempo frente a la computadora. A su edad, no podía forzar demasiado la vista.

Le revolvió el pelo a Andi y le dijo:

—Tu hermano ya debería irse a dormir. No lo molestes más.

—Ok —respondió Andi con mucha obediencia, entregándole el iPad a su madre y despidiéndose con la mano.

—Buenas noches, hermanito.

—Buenas noches —respondió Orión con calma.

Perla tomó el iPad y, mirando a su hijo mayor, que llevaba días sin ver, le recordó con cariño:

—No te esfuerces demasiado con los estudios, cuida por favor tu vista. Además, todavía estás creciendo, así que duerme temprano para que crezcas grandotote y fortachón.

—Lo sé, mamá —respondió Orión con la
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