POV Dominic
Entro al club. Ansioso. Nervioso. Deseoso.
Me dirijo directamente a la barra. Pido un whisky doble y me quedo observando la multitud. Miro una y otra vez entre la gente, esperando que aparezca ante mis ojos. Hasta que, por fin, la veo. Despampanante como siempre. Con esa sensualidad natural que no necesita ser forzada.
Nuestras miradas se cruzan. Y lo siento... la chispa. Una descarga silenciosa entre nosotros. Con su media sonrisa pícara, se dirige hacia mí con ese andar que me enloquece.
—Qué puntual —dice, provocativa.
Me acerco y respondo con voz baja y firme:
—Siempre lo soy… cuando algo me importa.
—Wow… ¿me estás diciendo que yo te importo?
—Sí. Me importas. Me importa tenerte esta noche… gimiendo de placer por mí.
Veo cómo su cuerpo reacciona. Su piel se eriza. Su mirada se vuelve fuego.
—Bien… —susurra, tan cerca de mis labios— entonces te espero en la misma habitación, amo.
Y me deja ahí, aún más encendido de lo que llegué. La deseo… más de lo que creía posible.