Capitulo 02 (Dominic)
Pov. Dominic
Estos días he estado de pésimo humor. La pago con todo aquel que se me cruza. Lo sé, no tienen la culpa. Pero esta impotencia me está carcomiendo.
Yo soy un hombre acostumbrado al control. Todo lo que pasa a mi alrededor, lo manejo yo. Pero este maldito matrimonio… me tiene estresado. Me agobia. Me hace sentir que no tengo el control. Y eso, para mí, es inaceptable.La puerta de mi oficina se abre sin que yo dé permiso. Es Jorge, mi mejor amigo... y a veces, una patada en el trasero.
—¿Qué quieres? —le suelto sin rodeos—. Ya ves que no estoy de humor.
—Menos mal que me di cuenta. ¿Qué te parece si nos tomamos unos tragos esta noche? Para alivianarte un poco.
—No estoy de humor para tragos.
—Por eso mismo te estoy invitando.
—No me interesa. Si eso era todo, te puedes ir.
—Oye, cálmate. ¿Qué te tiene tan amargado? ¿Tu bella y encantadora futura esposa?
—Lárgate, Jorge. No estoy de humor.
Se va riéndose, como si nada. Y me deja más jodido de lo que estaba.
Sé que nuestra familia ya había concretado este matrimonio desde hace años. Sabía que era cuestión de tiempo. Pero hay una parte de mí que nunca se resignó.
No es que crea en el amor, ni que esté buscando una historia romántica. Simplemente... no me veo casado y menos con ella.Es tan insípida, no despierta nada en mí.
La conozco desde niños. Es educada, callada, sin gracia… normal. Muy lejos del tipo de mujeres a las que estoy acostumbrado: intensas, desafiantes, con fuego, con sensualidade desbordante.Siento que la cabeza me va a estallar. Me regaño mentalmente:
¡Ya! Déjalo. Es un hecho. No hay nada que hacer.Tomo el teléfono y llamo a Jorge, que tambien es mi abogado.Quiero confirmar que el contrato esté listo.
Decidí establecer condiciones claras para que este matrimonio sea lo más soportable posible. Aunque, sinceramente, no sé por qué tengo esta sensación de que nada va a salir como planeo.Necesito que Valentina entienda cuál es su papel.
Aquí no hay amor. Y nunca lo habrá. Y si eso es lo que ella espera, va a decepcionarse.…..
Al final de la tarde reviso mi celular. Tengo un mensaje de Valentina. Quiere verme. Me pregunto qué querrá ahora. Espero que no venga con dramas. Pero bueno… me vendría bien verla, así le entrego el contrato de una vez.
Le respondo:
“Te Veo a las 6.”
Cierro la oficina y salgo. Cuando llego, ella aún no está. Es temprano.
No pasa nada. Me quedo revisando correos en el teléfono.Y entonces, la veo entrar.
Tan sencilla. Tan... aburrida. No es fea. Pero no es la mujer que me despierta nada.Le pregunto para que queria verme, y me sorprende saber que ambos vinimos con la misma idea: entregarnos un contrato. Y más aún, que nuestras condiciones son prácticamente idénticas.
Al parecer, ella también está en la misma página que yo.¿Sera que tiene novio? y por eso su contrato, vaya quien lo diria de seguro es tan aburrido como ella pero bueno para mi meejor asi no esta pendiente de lo que hago.
Por su mirada se que a ella tanto como a mi, Nos desagrada la idea de tener un hijo, sí. Pero eso es innegociable. Nuestros padres lo exigen: un heredero para que el legado no se pierda.Un maldito legado…
por el que estamos renunciando a nuestra libertad.La veo concentrada leyendo el contrato. No puedo evitar observarla. Sus labios rojos, sus ojos fijos, su expresión seria.Y, sin querer, una pregunta se me cruza por la cabeza:
¿Será virgen? Inmediatamente me regaño.¿Y a ti qué carajo te importa? No vas a tocarla. Además, dudo que ella te lo permita.Sonrío para mí mismo, con arrogancia.
Si quisiera, podría.
Pero, ¿por qué estoy pensando esto?Resoplo.
La falta de sexo me está afectando. Con todo este caos de la empresa, la boda, los contratos… hace semanas que no voy al club ni me acuesto con nadie. Y creo que mi cuerpo ya está empezando a notarlo.Sacudo la cabeza y agarro el celular.
Le escribo a Jorge:“Vamos al club esta noche.”
Presiono enviar, mientras la veo alzar la mirada y devolverme el contrato firmado.