Después de lo sucedido en aquella oficina mi mente me pedía a gritos a abandonar la oficina y eso hice.
Al llegar a casa, me doy cuenta lo mucho que hace tiempo no limpio así que empiezo a limpiar todo.
Al terminar me doy una ducha, me colocó una pijama cómoda, pido una pizza para cenar y me siento en el sofá a ver un programa de televisor.
El timbre del apartamento suena, me levanto rápidamente abrir y al hacerlo mis piernas desfallecen.
Si mirada recorre mi cuerpo descaradamente viendo mi diminuta pijama mientras lleva sus manos a los bolsillos de su pantalón.
No trae saco, ni corbata, los primeros tres botones de su camisa vienen abiertos y su cabello luce despeinado.
No puedo articular ni una maldita palabra ante su presencia.
¿Cómo llego aquí?
—Ya que no me invitas a pasar lo hago por mi cuenta.
Entra cerrando la puerta a sus espaldas,me toma de la mano y me arrastras con el yendo al sofá.
—¿Qué hace aquí?
—Vine a terminar lo que dejamos pendiente.
—Alexander lo mejo...
No me de