Narrador
Mientras a Sarah la operaban, los demás esperaban nerviosos, preocupados. Queriendo saber si ella iba salir bien, si aceptó su corazón nuevo. Vlad jamás se sintió tan nervioso, con las manos temblorosas y sudando. Era una sensación inquietante, horrible.
Su teléfono sonó y lo sacó del bolsillo de la chaqueta, era un mensaje de uno de sus escoltas. Abrió el mensaje y lo leyó.
—Señor, su hermano se encarga en Milán, en un departamento en el centro de la ciudad.
—No le perdáis de vista, yo no puedo ir en estos momentos. Ve avisándome de todo, prohibir que coja vuelos, barcos, lo que sea. Pero que no salga de Italia.
—Si, señor.
Volvió a guardar el teléfono en el bolsillo, resopló y apoyó su cabeza en la pared. Cerró sus ojos e intentó relajarse, pero imposible.
Aunque creía que todo estaba volviendo a la normalidad, sabía dónde estaba su hermano.. Sarah estaba siendo operada y deseaba que todo saliera bien, por el bien de ese médico, todo saliera bien.
Si ella no se salvaba, é