Sarah Brown
Han pasado unos días y por fin estaba en mi casa, en mi habitación y descansando en mi cama.
Aunque todavía estoy con los puntos y una gasa tapa mi cicatriz. Aún no puedo esforzarme, no podía hacer ningún movimiento que me agite.
Vlad estaba duchándose en mi baño, mientras yo me voy debatiendo si entrar o no, sé que si entro, tendremos sexo y no sé si es bueno para mí corazón.
Camino hasta la puerta y poso mi mano en el manillar, respiro hondo y abro la puerta y el vapor del baño golpea mi rostro. Entro y le veo por la mampara dándome la espalda, dejándome ver su hermoso trasero. Muerdo mi labio, observándole. Me estoy poniendo caliente, solo de verlo, solo por imaginar lo que deseo que me lo haga. Aún no se ha dado cuenta que estoy aquí, no se ha percatado de mi presencia.
Me desnudo, dejando la ropa en el suelo. Abro la puerta de la mampara y ahora, su mirada está puesta en mi. Me escanea de arriba a abajo, mojándome aún más. Su mirada lasciva me excita, me moja.
Ib