Norman Bech es un joven que ha sido renegado de la sociedad después de que su padre, in hombre de alto estatus de la misma, hubiese muerto por una enfermedad muy grave. Todos lo abandonan y durante años se ve obligado a vivir muy mal, hasta que un día por casualidades del destino, se encontró con una mujer que le cambiaría la vida y le ayudarí, sin quererlo, convertirlo en el joven más rico de su país. En esa aventura de vida conoce a Hansel Connor un hombre intachable que le enseñará todo lo que sabe y será Norman quien le ayude a conquistar a la mujer de sus sueños. Una amistad sin fin, unas parejas de mucho amor y una selva en el mundo empresarial, así será está historia.
Leer másMiro el reflejo de la mujer en el espejo y no la reconozco. El rostro de esa mujer no refleja la vida que lleva. Esa mujer es una exitosa arquitecta que ha trabajado en los proyectos más importantes de Europa en los últimos años, es la orgullosa esposa de un médico muy prestigioso de Madrid con el cual se casó hace dos años, y es la madre de un precioso niño de un año y medio.
Se supone que esa mujer soy yo, se supone que soy la mujer más feliz del mundo. «¿Qué más puedo pedir?», mi vida presume ser perfecta. Mi esposo Iker es guapísimo, ojos azul cielo, cabello castaño oscuro, alto, y lo más importante de todo; me ama como un loco. Mi hijo Nicolás es una perfecta mezcla entre los dos. Tiene mis ojos verdes, y el cabello castaño de los dos. Sus facciones cada día se parecen más a las de Iker, eso es un hecho.
El problema con la mujer en el espejo es que nunca pudo superar su pasado. Su esposo nunca pudo ocupar el lugar de su primer amor, y su hijo nunca pudo sustituir el lugar de aquella niña que le arrancaron cuando esa mujer apenas tenía 15 años y decidió dar a luz a esa criaturita hermosa.
Han pasado 13 años, pero la herida sigue tan abierta como el primer día y quizás es porque quien la causo ha sido mi propio padre. Uno de los empresarios más prestigiosos e importantes de toda España, ese que creyó que el que su hija tuviese una hija a los 15 años sería la deshonra más grande del mundo, ese mismo que la envió lejos para que ni él padre de esa bebé se enterara del embarazo. Llevo 13 años buscándola, y a pesar de que he gastado fortunas en investigadores privados, nadie ha podido dar con ella por el simple hecho de que mi padre no me ha querido dar ni una sola pista de que es lo que ha hecho con mi hija.
El reflejo de esa mujer se vuelve reconocible cuando una lagrima corre por su mejilla arruinando el maquillaje que tan cuidadosamente ha aplicado para gustarle a su marido. Esta es ella, esa mujer triste que no logra ser feliz ni teniendo todo para serlo.
—Mi amor. — Me interrumpe la voz ronca y sensual de mi esposo. —¿Ya estás lista? — Pregunta acercándose a mí. —¿Otra vez llorando cariño? — Me pregunta abrazándome desde atrás.
—Se me ha metido rímel en el ojo. — Miento.
Él no sabe nada de mi historia, y es mejor que se quede así. No quiero embarrarlo con toda esta angustia que me consume día a día. Nuestro hijo necesita que uno de los dos este feliz completamente.
—Eres una muy mala mentirosa Zamira Castelo. — Me dice al oído.
—No me llames así, sabes que hace muchos años que he dejado de utilizar el apellido de mi padre. — Sentencio fríamente.
—Algún día tendrás que explicarme porque tanto resentimiento hacia él. Nunca entendí porque tan solo lo vi el día de nuestra boda y en el bautizo de Nicolás. En cambio, con tu madre... con ella si te llevas bien. — Comenta confundido.
—No quiero hablar de eso amor, vamos que llegaremos tarde a la reservación que tenemos en el restaurante. ¿Tu hermana ya llego? — Pregunto dándome la vuelta para verlo a los ojos.
—Si, Laura ya está con Nicolas en su cuarto. La noche es nuestra. — Susurra de esa manera tan seductora que me convenció de todo en esta vida.
—Perfecto, vamos entonces, hace meses que quiero ir a ese restaurante, pero nunca hay disponibilidad. — Comento mientras salimos de la habitación.
—Hace tres meses que hice esta reservación. Si no eres famoso te toca hacer eso. — Bromea. —Como no quieres mover las influencias de tu padre... toca hacerlo así. — Comenta y nuevamente lo nombra a él...
—Basta de hablar de él por favor.— Le pido mientras subo al auto.
Lo que menos quiero es discutir con mi esposo por culpa de Ramiro Castelo, el hombre que arruino mi vida para siempre.
[...]
Unos cuantos minutos después, llegamos al restaurante más importante de Madrid. El lugar es completamente lujoso y mucha gente importante viene aquí. Personajes del teatro, del cine, cantantes, e incluso futbolistas vienen a cenar aquí, y no es para menos, su chef es uno de los mejores del país.
—Buenas noches, ¿tiene reservación? — Le pregunta la joven que está en la entrada.
—Si señorita, la reservación está a nombre del doctor Iker Ferrara. — Le dice muy seguro y ella sonríe.
—Aquí lo tengo. — Le responde mientras mira la lista. —Maurice, por favor lleva a los señores a su mesa. — Le pide a un hombre bastante joven vestido todo de negro.
—Por aquí por favor señor Ferrara. — Le pide y comenzamos a seguirlo por todo el restaurante.
Estoy observando a mi alrededor y vaya que es imponente este lugar... Miro a las personas y me sorprendo al ver tantos famosos juntos... Futbolistas, actores, músicos...
«No... no puede ser...» Grita mi interior. «No puede ser él... Es Sebastien...»
Mi corazón se acelera al verlo y esquivo su mirada cuando se cruza con la mía.
«No me pudo haber reconocido, he cambiado muchísimo… ya no soy esa niñita de quince años con la que tuvo aquella historia de amor adolescente cuando mi familia y yo vivíamos en Benalmádena.»
Capítulo XXXLa vuelta al asunto. Hansel tuvo una excelente idea, iba a mover uno de los maniquíes hacia la parte de las vitrinas que se veían un poco, así podría distraer un poco al hombre, pero ¿Cómo lo haría? Pues en una tienda de deporte hay muchas cosas que puedes usar para esto, tomó algunas cuerdas, y luego lanzó el maniquí por encima del estrado, y con una cuerda que logró colgar del techo, y enseguida la jaló. El maniquí quedo perfectamente colocado de forma que parecía él mismo que se encontraba en ese lugar. – A ver niñito, no tengo todo el día, y ya hice un desastre acá. Tenía que haberte asesinado de una forma tranquila y calmada, pero no pude hacerlo, no podía hacer nada al respecto porque la tonta de la niñita esa se entrometió, sino fuera por ella, justo ahora estuvieras camino a un hospital lejano por haber sido envenenado con cianuro. Pero no, tenía que entrometerse la niña. –Dijo el hombre que quería asesinar a Hansel. – Javier, no importa lo que hagas, ya perdis
Capítulo XXIXLa salida.Los disparos se escuchaban por todos lados, sin embargo era el mismo hombre que al principio le había dado las cosas a la prima de Isabella, este hombre se había ido solo para poder ponerse a cubierto y poder abrir fuego con una mayor comodidad. Hansel enseguida se lanzó sobre Isabella para que no hubiera ningún daño sobre ella, luego en el suelo, la miro; – ¡¿Estás bien?! – ¡Sí! Logré verlo, es el mismo hombre que estaba hace un buen rato con mi prima, quiere hacerte daño, lo más seguro es que quiera matarte Hansel. – Esto es muy extraño, no tengo enemigos públicos de este calibre, mis batallas se basan en el aspecto comercial, no creo que alguien haya querido matarme solo por eso. Mientras que ellos charlaban sobre las balas, la policía ya estaba llegando al lugar, sin embargo se encontraron con que había más de una persona involucrada en este conflicto ya que apenas llegaban fueron recibidos con varios disparos de distintas direcciones.Al escuchar much
Capítulo XXVIIIDía 4.A Hansel la prima de Isabella lo había llevado hasta el aeropuerto, Isabella se había ofrecido a llevarlo, pero para ella había sido mucho más incómodo haber estado con Hansel en el aeropuerto, además por ser un vuelo de emergencia, la aerolínea le había dicho a Hansel que le darían un boleto para el siguiente vuelo que salía justo ese día a primera hora de la madrugada, a eso de las 4 am, Hansel no había querido dormir nada, por lo que estaba un tanto mareado. – ¿Te sientes bien? – Le preguntó la prima de Isabella, sin embargo su mareo estaba cediendo un poco y era debido a un estrés repentino por la noticia de la empresa familiar y la noche entera sin dormir, mientras que intentaba localizar a algunos de sus contactos en la empresa para que le explicara mejor la situación, pero eso no sucedía, bajo ninguna manera alguien le atendía el teléfono, ni siquiera su tío. Hansel sentía que las cosas estaban muy mal, incluso más de lo que le habían dicho. La prima de
Capítulo XXVIIDía 3. Parte VHansel miró muy de cerca todo el cuerpo de Isabella, ella era hermosa, por lo que sin importar qué, su cuerpo le iba produciendo una sensación de energía demasiado grande, quería quitarse toda la ropa, pero había una pequeña voz invisible que le decía que lo mejor que podía hacer, era solo quedarse tranquilo. Sin embargo había una seria necesidad de tocarse el uno con el otro, pero para sorpresa de ellos, un teléfono empezó a sonar. – ¡Ring! ¡Ring!Ambos por la misma razón trataron de ignorar el teléfono, pero le hecho de que estuvieran sonando de forma incesante, además ninguna situación romántica estaría a gusto con un sonido tan molesto. Ambos con los labios casi pegados los de uno contra los del otro, sin embargo se separaron. – Será mejor que atiendas ese teléfono. – Dijo Isabella visiblemente molesta, a pesar de que al inicio era una broma, le había gustado tanto ese contacto que quería tener algo más justo en ese momento. – Este… sí perdón. – re
Capítulo XVIDía 3. Parte IVAmbos iban caminando en dirección dónde se supone que estaban algunos de los lugares más hermosos del pueblo, caminaron algunos kilómetros y llegaron a un pequeño poblado, un hermoso poblado. – Esto es uno de los pequeños pueblos que rodean la inca de mi padre, mi familia llegó acá hace mucho tiempo antes que ellos, por generaciones se fue pasando la propiedad, ahora es de mi padre, y bueno en un futuro tal vez sea mía. – ¿Tal vez? ¿Cómo así? ¿No eres la única hija del Sr. Gonzales? –Cuestionó Hansel un poco aturdido por lo que le estaba diciendo Isabella. – Sí, soy hija única, y el problema de ello es que, desde hace muchas generaciones atrás, todo ha pertenecido a la familia de mi padre pero ha sido porque siempre ha habido un hijo hombre, desde hace vario años se creó una especie de regla, era una regla muy estúpida, pero solo era para decirle al mundo que los Gonzales eran puros machos de sepa, o algo por el estilo, mi padre es el único que sabe la
Capítulo XXVDía 3. Parte III– Mira Hansel, te lo dejaré claro de una vez y por todas, no voy a tardar todo el día tratando de enseñarte a montar un caballo, te lo diré una sola vez. – Dijo Isabella un poco mal humorada, por lo que había sucedido, miraba a Hansel con un poco de odio. Sin embargo tenía otra cosa en mente, y ya que ella había sido su primer beso, lo más justo es que ella fuera su esposa, al menos para él. – Isabella, no hay problema alguno, yo soy de aquellos hombres que realmente aprenden rápido, por lo que creo que con una sola vez que me enseñes, está bien, no es necesario que me digas varias veces las mismas cosas, mis padres me han enseñado de esa forma, una sola vez basta. – Respondió Hansel con una sonrisa de medio lado.– Pues eso es muy bueno, porque quiero dejarte en claro otra cosa, y lo mejor es que no tendré que decírtelo muchas veces más, sino solo una vez, esta mañana entre nosotros no pasó nada, solo fue un accidente. – Hansel se rio ante este comentar
Último capítulo