Santiago, al ver lo que sucedía decidió acercarse con calma, a decir verdad lo que me le interesaba era inmiscuirse en problemas tan banales pero le había prometido a su amigo cuidar ese lugar y eso incluía a quienes vivían allí.
Su mirada se posa en cada una de las mujeres que estaban frente a él, “Mujeres oportunistas” pensaba mientras observaba al par de desconocidas y después a Alexa, quién no terminaba de agradarle por más que lo intentará. Pero lo que le llamó la atención era la condición en la que se encontraban aunque no lo refleja en su rostro.
- ¿Me quieren explicar que es todo este desastre? - Pregunta con fastidio. -
- Alexa es la primera en hablar, porque sabe que si no lo hace esas mujeres la culparán de todo. - Yo sólo estaba cortando algunas rosas para llevarlas a la habitación, pero estás señoras se atravesaron en mi camino y terminaron llenas de tierra. - Asegura con confianza. -
- Eres una mentirosa, todo lo hiciste adrede. - La joven mujer comienza a llorar c