Cap. 162: Marcando territorio.
Alejandro se dirigió directamente a su propia habitación, ya demasiado con sentir el aroma de Roger por cada rincón de Luna. Si querían que la cuide sería bajo sus propias condiciones. Benjamín y su padre le habían asegurado que Luna estaría protegida por ellos. Si ellos no podían ponerle limites él lo hará.
Preparó la tina con agua fría, quería borrar cada rastro del cuerpo de Luna. Ella estaba demasiado cariñosa, en otras circunstancias eso le hubiera encantado, pero su mente solo imaginaba hasta que punto avanzó Roger.
Le quitó el trench y descubrió la diminuta ropa que llevaba, con movimientos rápidos se la quitó, y la empujo al agua.
Luna le reclamó, odiaba el agua fría y el lo sabía, ella al ver que no lograría salir de la tina le ofreció que la acompañe; algo a lo que no podía negarse. Se saco la ropa colocándose detrás de ella. Con el golpe térmico del agua poco a poco la muchacha volvió a tener conciencia de sus actos, por lo que mientras se frotaba en el pecho de su Alfa