Luz se sintió tan humillada al escuchar las palabras "es demasiado importante para nuestra manada" que le rompieron el corazón. Amaba intensamente a su gente, pero ella quería ser "importante para él". Se escondió en un pequeño armario en la cocina, quería llorar para lavar todo el dolor.

Iván no necesito mucho esfuerzo para encontrarla, golpeó suavemente la puerta y ofreciendo la oportunidad de una charla amigable.

Iván: - Lucecita, ¿hablamos? [chocando dos botellas] tengo dos cervezas heladas-

Luz: [entre lágrimas] - no quiero que me veas, estoy horrible.- quitando el seguro de la puerta.

Entro en el pequeño lugar, el hombre era demasiado grande para el lugar pero lograron ubicarse, sus cuerpos estaban tan juntos que era imposible que no se rocen.

Iván: - olvidé el destapador- en realidad solo quería sacarla del lugar.

Luz: - eso no es problema, tengo un truco, mira.- con el borde saliente y un golpe preciso la destapó, pero no pudo evita que la presión de la botella los empap