La partida comenzó en el momento en que Lisa se atrevió a buscar discordia el día de la presentación de Luna. Reynaldo sabía que no podría evitar llamar la atención; la necesidad de controlar la narrativa era más fuerte que ella.

Los murmullos fueron circulando poco a poco y el rumor se volvía más fuerte. "La historia triste de la madre que abandona y el Beta que obliga a una mujer de menor estatus a ser la madre de una niña producto del desliz de los poderosos".

Julia le preguntó a su esposo qué era lo que sucedía, pero él no mencionó una sola palabra. Una sensación de que las cosas estaban a punto de tomar un giro que nadie esperaba recorrió su cuerpo. Cuando Reynaldo decidía que era momento de que su presa fuera acorralada, sus ojos se tornaban de un color amarillo ámbar, señal de que estaba en modo cacería y hasta no destruir a su presa no la dejaría en paz.

Lisa consiguió una aliada muy dispuesta a contar su historia, una Kappa al igual que ella, Sara, era la concubina preferida