Ella empuñó la prenda en sus manos — Vete – demando.
—Mph— Sonrió divertido— Son bonitas, confieso que me gustaría vértelas puestas… pero ahora es mucho más tentador verte así, ¿me dejarías echar un vistazo bajo esa toalla? – Pidió descaradamente.
Regina luchó por mantenerse tranquila y aun así sintió su rostro arder —Giovanni eres…
– ¿Que? Solo digo lo que pienso cuando lo pienso — dejó claro y se levantó del escritorio, giró su rostro y apagó la luz al extender su mano.
—¿A qué viniste? – Preguntó nerviosa y apretó su toalla.
Se dio cuenta que no le temía, o bueno, no le provocaba miedo, y eso la asustaba más.
—¿A qué crees? – devolvió la pregunta y se quitó la chaqueta.
Ella retrocedió por instinto y tragó débilmente… ¿estaba loco? ¿Ahí, en su habitación?
—Te-tenemos que hablar — quiso cambiar el tema, hablar de lo que le preocupaba, con suerte todo terminaba con eso.
Giovanni sonrió molesto “seguro lo aceptó y ahora quiere deshacerse de mí” pensó al verla de pies a cabeza, no pen