Alexei, furioso al ver a su abuelo golpeado, se lanzó sobre Viktor dispuesto a defenderlo.
—¡Maldito infeliz, cómo te atreves a golpear a mi abuelo! —Alexei temblaba de furia.
Ambos hombres rodaron por el suelo, soltando un golpe tras otro, sin tregua, la sangre comenzó a brotar de sus labios partidos, los guardaespaldas y personal de seguridad de los dos hombres intentaban separarlos, pero la furia desatada era demasiada.
— ¡Se lo merecía por insultar así a mi mujer! ¡Tú y tu familia la han humillado por última vez!
—¡Anya dejó de ser mi mujer en cuanto se revolcó con otros hombres! ¡Es una ramera indigna!
— ¡Basta ya! ¡Por favor, deténganse! —Anya gritaba entre lágrimas, horrorizada por la violenta escena.
Finalmente, varios guardias musculosos lograron separar a Viktor y Alexei, sujetándolos con fuerza para evitar que siguieran agrediéndose, ambos tenían el rostro amoratado e hinchado por los golpes.
—Viktor, por lo que más quieras, vámonos de aquí. —suplicó Anya, tomándolo del b