— Nathan ¿En verdad eres tú? Que grata sorpresa encontrarte en Paris — dijo Juliette deteniendo su marcha ante aquella repentina sorpresa del destino.
Aquel hombre no dudo un momento para envolverla en su abrazo, como si se estuviese reencontrando con una gran vieja amiga, y aunque ella siempre se sintió muy atraída por él, nunca habían sido realmente demasiado cercanos.
— Mírate, estas hermosa, supe que te convertiste en una pintora muy famosa, te felicito, de hecho, iba rumbo al museo para admirar tu arte, me dijeron mis colegas que había una exhibición de tu arte permanente en el museo Louvre y decidí no perdérmela, estoy aquí en un viaje de negocios, recién vengo llegando a la ciudad, ¿Recuerdas que siempre me dijiste que era buenísimo con la tecnología? Bien, mi socio es un hombre brillante, aunque algo excéntrico, conseguimos un par de socios más aquí en Francia y pronto nuestra tecnología será la mejor, ya lo veras, pronto, veras el nombre de Dark Woods en todas partes — dijo c