Lala ya estaba lista para volver a la escuela hoy. Se veía hermosa con su nuevo uniforme, que cubría la mochila usada que le había dado una compañera de clase.
La madre de Lala ya se había ido antes porque tenía que limpiar el entorno escolar, pero Lala ya tenía permiso de su madre para ir con Demian, quien iba a recogerla esa mañana.
Se oyó el claxon de una motocicleta, al mismo tiempo que Demian se detenía frente a la casa. Lala abrió la puerta de inmediato y le pidió que entrara un momento, ya que apenas iba a ponerse los zapatos.
"Perdón, Bang, me quedé dormida."
"¿Estás cómoda en esta casa?" preguntó Demian acercándose.
"Me cuesta dormir. Cuando estoy en un lugar nuevo, no puedo descansar enseguida, necesito tiempo para adaptarme," explicó. En el hospital dormía bien solo gracias a los sedantes que le daban los médicos.
"¿Bang Dem ya desayunó? Mamá cocinó esta mañana."
"Sí, mi abuela también cocinó temprano. Vámonos ya, se nos hace tarde." Demian miró su reloj y Lala asintió rápi