Aunque no estamos en el mismo parque de siempre, siento la familiaridad del señor Eardwulf y Shawn al mismo tiempo. Encuentro un columpio y le hago señas para sentarse también mientras tomo vuelo con mis piernas.
—Dijiste que podía habla contigo si necesitaba que alguien me escuchara. —Digo finalmente rompiendo el hielo— Ahora lo necesito más que nunca.
Él no responde. Pero entiendo sin necesidad de palabras que me escucha.
—La verdad es que desde el momento en que desperté en el hospital, siento que todo está al revés, como si algunas piezas no encajaran. En mis sueños suceden cosas tan reales que me cuesta creer que no hayan sucedido y recuerdo lugares que nunca he visto antes.
—Incluso si te pierdes en la niebla, las imágenes y fondos existen. —Responde y sonrío con nostalgia, es Shawn.
—Es lo mismo que dice mi interior. Que estoy en medio de una gran masa de niebla espesa y gris.
— ¿Entonces por qué te aferras a esa masa de niebla?
—Porque en esa masa de niebla… no estoy sola.
—Puedes estar rodeada de muchas personas, Madre. No importa cuántas sean, solo pocas las podrás contar con los dedos de tus manos como verdadera compañía.
—Pero entre esas personas está la única que he deseado ver por mucho tiempo.
—A veces la nostalgia puede ser la peor niebla—Dice sin voltear a verme.
Me columpio un poco y veo hacia el cielo. Finalmente amaneció.
— ¿Eres feliz con esta realidad? ¿Es lo que realmente deseas?
—Ya no estoy tan segura de que es real y qué no, tampoco si soy feliz.
— ¿Y qué deseas?
—Desearía que ambas lo fueran.
—Entonces será como tú deseas.
—Ella quiere verme casada. Era su único sueño.
—Si es lo que quieres, sabrás tomar la decisión correcta.
—Asiento mientras continúo columpiando mis piernas.
Extiendo mis piernas y las doblo, siempre me ha gustado la sensación de balancearme en el aire como si pudiera volar y alcanzar el cielo, luego me detengo, finalmente me percato de algo. El señor Eardwulf no tiene olor y el aire no me da la sensación de frío ni calor. En cuanto volteo a mi lado el columpio está vacío.
¿Acaso lo imaginé?
Que extraño, tengo la sensación de que es lo más real que vivido desde que desperté en el hospital.
"Será lo que tú desees" fueron sus palabras. En mi corazón sé que algo no encaja pero aceptar ese hecho significa perderlo todo.
Debo decidi entre una realidad sin ella, extrañándola con un vacío hasta mis huesos deseando a cada momento poder retroceder en el tiempo o una realidad con ella viva pero casada con alguien a quien no amo para que pueda vivir tranquilamente.
Si este fuera mi sueño entonces algún día tendré que despertar, sin embargo, quisiera estar con ella un poco más. Y si esta fuera la realidad tampoco me gusta del todo. De nada sirve que yo sea feliz si los demás a mi lado son desdichados como Sarah.
—No sé qué hacer.
***
“Candy” es un nombre que me inquieta y me pone en alerta de solo escucharlo, sin embargo algo en mi interior me dice que la razón de ello no es precisamente por mi padre.
Frente al espejo me veo a los 22 años con un muy incómodo vestido escotado, demasiado llamativo y con partes transparentes de mal gusto.
El vestido es tan corto que parece más el vestido de una dama nocturna o hostess que el de una novia en el altar. Aunque le dije al señor Collins que no es de mi agrado, él insistió que fue lo que se eligió por las prisas cuando no vine a seleccionarlo por mí misma.
—Haré la prueba de maquillaje y peinado—Dice una mujer que juraría haber visto en otro lugar antes—Creo que se te verá mejor el cabello suelto.
Comienza a hacerme distintos peinados sin convencerle ninguno hasta que selecciona una de trenza con cabello suelto. Aunque mi cabello es mucho más corto, lo llena con adornos de flores.
“Te haré ver como en el festival de la cosecha”
— ¿Festival?
— ¿Dijo algo, señora de Collins? —Siento un escalofrío con esa forma de dirigirse a mí con un apellido que ni siquiera he asimilado.
—Beckham está bien. Voy a conservar mi apellido de soltera.
Entonces lo veo reflejado ahí, Harvey Collins quien no parece estar de acuerdo con lo que acaba de escucharme decir.
—Vicky, déjanos a solas un momento.
—Sí, Harvey. — La mujer le dirige una mirada seria y sale de la sala privada en la boutique de novias.
En el espejo es más claro algunas expresiones y veo que el señor Collins echa un vistazo a su trasero antes de salir por la puerta y le dice algo en voz baja.
—No recuerdo haber acordado que no tomarás mi apellido cuando seas mi esposa.
—Quisiera conservar el apellido de mi abuela y de mi madre. —Contesto sin mostrarme asustada—Hoy en día no es obligatorio esos cambios.
—Parece que tu abuela no logró educar a su nieta adecuadamente pues no respeta los deseos de su futuro esposo. —Se acerca con sigilo como una serpiente escabulléndose hasta poder atrapar al ratón o en mi caso un conejo como suele llamarme—Entonces tendré que educarte yo.
El reflejo del espejo comienza a zumbar en mi cabeza y veo mi cabello mucho más largo como cuando tenía 18 años, llevo una ropa que me hace sentir desnuda a la mirada de ese hombre como ahora solo que no es un vestido de novia sino un traje escotado como conejita de casino. Sus manos están en mis hombros mientras su mirada afilada me relame desde el espejo.
—Sé que este vestido no es de tu agrado. Pero tenías que desobedecer y faltar, ¿no es así?
¿Lo hizo adrede?
—Si eres obediente y me complaces yo también haré lo posible por complacerte, Candy. —Toma mi barbilla y contempla su gran obra maestra de sumisión frente al espejo —Incluso un conejo requiere de disciplina de vez en cuando.
—Señor Collins, ya le dije que solo fui a buscar al ex novio de mi mejor amiga para que se reconcilien.
—Por supuesto, es lo que vimos tu abuela y yo con ese lobo malo abrazándote.
—Yo…
—Tu abuela se decepcionó mucho de ti. —Veo en su reflejo a alguien peligroso, no parece un príncipe encantador como dicen todos—No querrás causarle un disgusto que la lleve al hospital de nuevo ¿o sí?
Quisiera responderle algo sarcástico sin embargo mi voz no sale como deseo y solo respondo con afirmativas.
—Sí, señor Collins.
—Te ves hermosa, Candy. No puedo esperar a la noche de bodas.
Entonces saca de su bolsillo una ropa interior blanca como hilo dental con perlas.
—Esto es lo que vas a llevar debajo del vestido.
Asqueroso. Bastó una noche en que me tacharon de una cualquiera para que revelara sus verdaderos colores. Quisiera decirle lo mucho que me desagrada pero mi garganta permanece cerrada.
—No creas que soy un pervertido, querida Candy. Es disciplina, te estoy castigando porque volviste a ver a ese lobo malo que quiere un bocado de lo que es mío.
¡Por supuesto que lo es!
—Tu abuela casi tuvo que parar al hospital esa noche. Me suplicó que te diera otra oportunidad y acepté con algunas condiciones.
—No hice nada con él esa noche.
—Lo abrazaste, incluso dejaste que te tocara las mejillas y eso fue traición, Candy.
—Lo siento, hice mal, no volveré a hacerlo… por favor.
—No, Candy. Te traté como una princesa conejo y me fallaste. Ahora eres mi conejo de cacería hasta que aprendas que no puedes hacer lo que desees sin el permiso de tu esposo.
“¿Qué tal una palabra que empieza con “N” termina en “O” seguido por un “nunca en la vida”?”
La voz en mi cabeza resuena como un momento vívido en mi memoria.
—Disculpa, querida. No hago esto para torturarte, de hecho eres tan preciosa para mí que te protegeré como una joya… solo no provoques mis celos ni alteres mi confianza.
—Señor Collins, prometo ser obediente.
¡No, yo no prometo nada! ¡No voy a ser la marioneta de otro soquete!
—Eso dice tu boca, el fuego que se asoma en ese ámbar precioso aún me quiere desafiar. —Dice mientras de nuevo escucho voces suyas que no dice mientras me toma del cuello.
“PERRA”
“¡RECOGE ESO!”
“¡SI NO TE ENTREGAS A MÍ TE HARÉ LA VIDA UN INFIERNO!”
Él no ha dicho nada como eso sin embargo es su voz fuerte y clara en mi mente.
Cuando intenta meter su mano bajo mi escote, tomo el spray para el cabello y lo rocío en sus ojos. En cuanto cubre su rostro tomo su saco y corro hacia la salida.
Abro la puerta y justo en ese instante veo a Martha quien me hace señas de seguirla.
Una vez estamos lejos de esa tienda me ve con molestia.
—Es la última vez, conejita. No soy caridad para salvar personas sin algo a cambio.
Asiento aunque no entiendo nada.
¿Qué quiere decir con eso? Nunca me ha salvado ella, ¿o sí?
—No podré detenerlo por más tiempo. Si no lo encuentras pronto, la vida de tu lobo me pertenecerá. ¿Quieres eso?
— ¿Lobo?
—Tus otros yo lo dedujeron mucho más rápido solo que no fueron lo suficientemente inteligentes para disimular.
—No entiendo…
—Busca a tu guardián, llámalo por su nombre. Solo así podrás ponerle fin a esta m****a.
Esto es demasiado confuso.
—Si no logras recordar quien eres en realidad, te quedarás aquí para siempre, Conejita. Date prisa antes de que te encuentre.
Martha me pone algo en la mano y desaparece después de decir eso. Es imposible que las personas se desvanezcan. Abro mi mano y veo su contenido, es una pulsera. Tiene un color rojizo que me resulta familiar.
—Japa… mala…
Sale de mi boca aunque no recuerdo cuándo aprendí esa información.
“Consigue los preceptos” escucho una voz distante resonar en mi cabeza la cual sacudo hasta que deja de molestar.
Un japamala, creo haber escuchado hace tiempo de un tema parecido. “Es un rosario, conejita si repites tu deseo y aplaudes…"
Si esta no fuera la realidad entonces, perderé lo más importante para mí.
—A veces la nostalgia es la peor niebla. —Repito las palabras que dijo el señor Eardwulf o más bien ese lobo al que yo llamé por el mismo nombre que deseaba para mi primer hijo…
En la calle se encuentra cerca el cementerio. Trago saliva y apretando con fuerza las perlas del rosario en mi mano camino firme hasta el otro lado, no hay coches ni nada que me impida ir hacia allá.
Me asomo entre los pasillos del mausoleo donde están todos los difuntos que fueron cremados, busco entre fotografías cuyo rostro parece una mancha negra hasta que encuentro a la única que tiene un rostro claro y visible. La fotografía de mi abuela y una caja con sus cenizas dentro de una vitrina se muestra tal y como la recuerdo.
“Marigold Beckham- Seguirás floreciendo en mi interior”
Trazo con mi mano su rostro y comienzo a temblar. Los recuerdos que he querido negar están ahí, las visitas al hospital y también…
Salgo corriendo del edificio, si acepto esa realidad no volveré a verla ¡No quiero perderla de nuevo! Me tropiezo con la lápida deteriorada de mi madre y le reclamo por primera vez en mi vida.
— ¡¿Por qué tuviste que morir?! ¡Mi abuela comenzó a marchitarse cuando te fuiste! ¡Incluso en sus últimos días se olvidó de mí y me llamaba por tu nombre!
Como no estaba segura si ese día mi abuela me reconocería a mí o me confundiría con mi madre usaba, su vestido para visitarla en el hospital. Era algo demasiado doloroso para mí, los últimos dos años mi abuela comenzó a olvidar pequeños detalles hasta que un día me llamó “Camelia” ¡Es injusto! ¡Ni siquiera pude despedirme de ella como su nieta!
Toco su tumba, aquella con el epitafio de mal gusto. Y mi angustia se detiene por un momento cuando veo con detalle el mensaje oculto entre esas tortuosas palabras.
Finalmente encontré la respuesta que buscaba.
[Camelia Dawson -Fuerte ante los golpes de la vida, nunca a los de su esposo]
Ese epitafio no lo escribió alguien que disfruta del dolor ajeno, tampoco por alguien de mal gusto, fue elegido por la aflicción de alguien que no pudo soportar su pérdida.
Fragmentos de mi memoria de nuevo florecen en mi interior, puedo sentir la voz de mi abuela quien aún no perdía la memoria por su enfermedad.
“Cadenza ¿Sabes por qué te digo así?”
—Es por Cadence en Italiano ¿cierto? —Mi voz se funde con los recuerdos.
“No, querida. La Cadenza es el momento en que un instrumento musical tiene la oportunidad de brillar por sí mismo.”
“También es el ritmo que puede cambiar y entregar un final que complementa armoniosamente a una composición. Tu eres esa secuencia final, Cadence”
—Abuela… —Digo apretujándome el pecho y reprochando por haberme olvidado de algo tan importante yo también.
“Tu madre y yo, tu bisabuela y quizá todas las mujeres antes en la familia, todas elegimos mal a los hombres que dejamos entrar en nuestra vida. Cuando tu madre eligió a ese hombre bueno para nada me pregunté si era una maldición a la que estábamos condenadas todas las mujeres. Entonces elegí ponerte Cadenza porque deseo que tú seas quien rompa esa cadena de malas decisiones. “
—“Pero en el registro civil pusieron Cadence en su lugar. Es lo mismo pero en inglés, da igual cómo lo escriban, porque tú eres mi esperanza.” —Me enjugo las lágrimas que no son calientes ni frías, tampoco se sienten húmedas.
“Tu padre es un mal hombre”
Fue mi abuela…
“Cadenza, prométeme que elegirás a un buen hombre”
Ella eligió ese epitafio como un mensaje para mí así como las futuras mujeres en la familia.
Escucho las pisadas de alguien y las reconozco de inmediato. Es ese ser indeseable que ha estado jugando con mi mente y mis recuerdos.
—Así que de nuevo me desobedeces…
Viro la cabeza sin disimular mi molestia cuando lo veo ahí.
Harvey Collins, el socio de mi padre.
— ¿Acaso esa es forma de ver a tu futuro esposo?
—Deja de mentir, maldito desquiciado. —Respondo levantándome del suelo.
— ¿Acaso es una mentira lo mucho que deseas cumplir lo que no pudiste por tu abuela? ¿No era tu deseo estar con ella?
— ¿Cadenza?
Mi abuela aparece detrás de ese demonio con apariencia de ángel.
— ¿Quieres perderla de nuevo por un disgusto?
—Sabes que esa no es mi abuela.— Digo con fastidio.
—Por supuesto que es tu abuela, traje su alma especialmente para que se reuniera contigo.
No es posible… ¿Tiene el alma de mi abuela? ¡Está demente!
—No me obligues a reiniciar todo, Candy. Ya he tenido que matar a 25 Cadence antes. Sería una lástima que mi versión favorita tenga que morir también.
¡25 veces ha fallado! Cady tendrá que tomar la última decisión. ¡Un capítulo para el final del acto 1!
¿Veinticinco Cadence?—La primera Candy no me aceptó ni una sola vez y descubrió el secreto de este mundo así que tuve que deshacerme de ella. Lo reinicié todo, cada Candy parece quererme un poco al principio pero todas me son arrebatadas por ese maldito Wolf. Quise deshacerme de él pero es imposible borrar su existencia porque tu mente se niega a olvidarlo.¿Por cuanto tiempo he permaneciddo en un jodido bucle?—Ya que ser bueno contigo no funciona, hagamos un nuevo trato ¿quieres? Elígeme, olvídate de Wolf y liberaré el alma de tu abuela.—Maldito cobarde…— ¡Cadenza! —Mi abuela cae en el suelo como si tuviera un infarto masivo.— ¡No! ¡Déjala!—Sabes lo que debes decidir.¿Lo que debo decidir? ¡Maldito psicópata, no es lo que debo sino lo que quieres obligarme a elegir!—Este es el lugar donde debes estar, Candy. Al lado de la abuela que tanto amas, donde gracias a mí nunca más volverá a morir ni recaer en un hospital---— ¿Si decido quedarme dejarás en paz el alma de mi abuela?—Po
¡Hola a todos! Hemos llegado al final de temporada. Grandes revelaciones se hicieron en los capitulos finales del primer acto, sin embargo vienen más sosrpresas para el segundo acto. "¡Aléjate de mí, Alfa" inició como una parodia a esas historias de licántropos donde decimos "¿Qué demonios le vio la protagonista a ese cretino?" al igual que otras novelas más como CEOS, Mafiosos y más, tienen cierto encanto adictivo y unas historias que son un culebrón de telenovela que no sabes si tomar en serio o simplemente dejarte llevar. Siguen teniendo su encanto y cierta atracción imposible de resistir así que quería hacer una parodia de todo eso. Sin embargo los personajes fueron adquiriendo una personalidad única y pasó de una simple parodia a una historia con referencias de todo tipo. Aún conserva cierta sátira a esas historias, con algo de realismo y situaciones psicológicas. El proyecto inició hace un año y entre muchas escenas escritas en desorden por mensajes que me enviaba a mi misma
La luna llena brilla intensa, como el misticismo mismo que conlleva el ritual más sagrado y más esperado entre los lobos de la manada de Silivia Crescent Lake. Se llama así la manada pues se ubica cerca de un lago que parece reflejar a la luna creciente brillante como la plata sin importar la fase lunar que se encuentre en el firmamento del oscuro cielo. No importa si es de día o de noche, una luna cresciente se asomará en el cuerpo de agua.Se dice que entre sus claras aguas se puede escuchar los aullidos de los lobos antepasados y los cantos armoniosos de sus almas gemelas que ha unido la Diosa de la Luna y creado perfectamente para cada uno. En su cumpleaños número 19, finalmente, una loba de cabellos largos y cálidos como el fuego se aproxima a la celebración anual de la cosecha vestida con sus mejores ropas.Preparada y anticipada con emoción para descubrir la identidad de su pareja destinada, aquel que fue hecho solo para ella y ella para él, su otra parte del alma que complem
—Voy a escribir esa novela de licántropos que quiere.Cada palabra me quema en la garganta por el orgullo, o tal vez sea la bendita cerveza, no lo sé… quizá sea una mezcla de ambas.—Vaya, creí que habías dicho que tu decisión es firme.— ¿Lo toma o lo deja?—Debería ser yo quien diga eso, señorita Beckham.—….—De acuerdo, lo tomo.Su voz suena tan confiada que siento como si me fuera a dar una úlcera gástrica.—Bien, pero tengo una condición.— ¿Cuál condición?—….Aunque tengo algo de alcohol en mis venas aún siento vergüenza por lo que voy a decir.—…Adelanto.— ¿Eh?— ¿Me pueden adelantar algo de la paga por este nuevo libro?—Los libros se pagan cuando el primer capítulo esté listo, no hay excepciones.—Por favor, en realidad necesito pagar unas cosas para… eh… material de investigación, ya sabe referencias y esas cosas.—Soy mayor que tú por lo menos cinco años, no me chupo el dedo.—….Entonces supongo que es un no.Cuando escucho su suspiro sordo por el teléfono cierro los oj
BRRR BRRRRAlargo mi mano y apago el despertador en la mesita al lado de mi cama y me acurruco de nuevo.BRRRR BRRRRQue extraño, no puse una alarma ahora que lo pienso.BRRR BRRRMe levanto de un solo movimiento y miro mi teléfono.[10 llamadas perdidas]¡En la torre!No tengo que revisar ni devolver la llamada, de inmediato al no responderle, aquel ser despreciable me vuelve a llamar con insistencia.— ¿Buen…?— ¿Por qué no respondes?¡Agh, qué altanero es!—Estaba…—Olvídalo. Tengo prisa así que te diré los detalles rápido.—….—Vamos a discutir los detalles de lo que has enviado hasta ahora.— ¿Y qué tal estuvo? ¿Lo hice bien?—Necesito discutir contigo algunos detalles de los personajes y también sobre el enfoque al público al que va dirigido.Me rasco debajo la axila y luego la cara, después siento comezón en la nariz y mis ojos semi cerrados tratan de mantenerse abiertos en armonía.—De acuerdo, entonces el martes puedo…—Ahora mismo.¡Aaaagh, si tan solo pudiera tener la form
DUUUUN DUUUN{El número que usted marcó no está disponible, se encuentra apagado o fuera de un área de servicio}—Sigue sin contestar.Acurrucada sobre el sofá, hecha bolita abrazada de mis piernas marco tres veces más sin obtener un resultado diferente. En la pantalla de mi teléfono veo a mi mejor amiga en una versión más joven de ella, es la fotografía que nos tomamos estando en secundaria.Por ese tiempo solíamos juntarnos sin preocupaciones por los temores del presente ni por el futuro de la vida adulta que pronto nos alcanzaría. Éramos simples adolescentes preocupadas sobre una sola cosa en la vida sobrevivir/sexo.Mi mejor amiga Sarah era bastante precoz para su edad y solía mirar a los chicos soñando con hacerse de un novio. Yo por mi lado tenía más la preocupación de llegar temprano a casa y no hacer enfadar a mi padre. Sarah solía decirme que fuera fuerte y me animaba a que recién cumplidos los 17 pidiera emanciparme de mi progenitor. Aunque no me parecía una mala opción dada
¿Edward….Eardwulf? Su nombre de algún lugar me parece familiar, nunca había conocido al hermano de mi Editor ni siquiera le había visto por la oficina.—Entonces ya que me he presentado ¿Aceptaría acompañarme por un café?Aunque algo en mi interior trata de resonar su nombre su sonrisa amable me da confianza como para aceptar seguirle.—Es un café muy popular dentro del centro comercial. Puede elegir lo que más le guste, yo invito.Vaya, hasta es más formal que su hermano mayor llamándome con propiedad.—Oh, puedes llamarme de manera informal. De todos modos tenemos casi la misma edad al parecer.—Oh, tengo 25 años.—Vaya, casi un año de diferencia.— ¿Tienes 24?—No, todavía falta un poco para el 19 de Noviembre.— ¿Cumples años el mismo día internacional del hombre?— ¿Puedes creer mi suerte?— ¡Ja, ja, ja! Entonces eres Escorpio.—Sí, muchos dicen que no lo parezco.En cuanto llegan nuestros respectivos cafés tomo un sorbo encantada con el sabor.— ¡Está muy bueno!— ¿Verdad?—Veo
[Edw2238: ¿Cómo te encuentras?][Edw2238: Perdona, sé que aunque somos como amigos aún no me tienes tanta confianza para platicar más seguido contigo. ¿Cómo vas con la escena que se te dificulta escribir? ]Ah es cierto, le había contado que no logro entender como alguien puede querer a alguien tan irritante que solo la trata como basura, es imposible que alguien sufra y se desviva por alguien así.[CAD-ENCE@AUTOR: Prueba superada, ya tengo hecho el capítulo y me siento más satisfecha con el resultado][Edw2238: Te escribí hace como seis horas ¿qué te pasó?][CAD-ENCE@AUTOR: Discutí con mi editor sobre el capítulo, en lugar de explicarme directamente que le faltaba más sentimientos reales a la escena, me acorraló contra una puerta y me dijo que actuara toda la escena][¿Solo eso pasó?][Si, solo eso][¿Entonces estuvieron interpretando la historia como si fuera un guion seis horas sin parar?][¡No, para nada aguantaría a ese tipo seis horas en mi departamento! Ya quería que se largara