Capítulo 60- El lugar donde debo estar Parte 8

¿Veinticinco Cadence?

—La primera Candy no me aceptó ni una sola vez y descubrió el secreto de este mundo así que tuve que deshacerme de ella. Lo reinicié todo, cada Candy parece quererme un poco al principio pero todas me son arrebatadas por ese maldito Wolf. Quise deshacerme de él pero es imposible borrar su existencia porque tu mente se niega a olvidarlo.

¿Por cuanto tiempo he permaneciddo en un jodido bucle?

—Ya que ser bueno contigo no funciona, hagamos un nuevo trato ¿quieres? Elígeme, olvídate de Wolf y liberaré el alma de tu abuela.

—Maldito cobarde…

— ¡Cadenza! —Mi abuela cae en el suelo como si tuviera un infarto masivo.

— ¡No! ¡Déjala!

—Sabes lo que debes decidir.

¿Lo que debo decidir? ¡Maldito psicópata, no es lo que debo sino lo que quieres obligarme a elegir!

—Este es el lugar donde debes estar, Candy. Al lado de la abuela que tanto amas, donde gracias a mí nunca más volverá a morir ni recaer en un hospital---

— ¿Si decido quedarme dejarás en paz el alma de mi abuela?

—Por supuesto. Te daré lo que tú desees. Solo debes decirme la palabra que empieza con “Si” y termina en “acepto”

¡Que ser más desagardable! Mi abuela se returece en el suelo y me ve como si quisiera suplicar, me pide que acepte a Harvey Collins y haga lo que me pide. Siento rabia e impotencia, no es justo que ella deba sufrir de esta forma después de... 

"Cadenza ¿Sabes por qué te digo así?"

El rostro de mi abuela sus últimos días de vida en el hospital aparece en mi mente y de su boca salen unas palabras silenciosas. Una extraña energía surge desde mi pecho y todas mis dudas se disipan. 

— ¿Y qué tal si te tragas las palabras “Shawn” que terminan con “¡SHAWN AFUERA ESTÁ NEVANDO!”?

— ¿Shawn qué?

—Por si no fui clara es un “NUNCA” adornado de un precioso “EN LA VIDA”

— ¡Entonces prefieres morir y condenar a tu abuela, bien así será!

Levanta su mano a punto de liberar una niebla negra cuando una gran y poderosa mano le detiene el brazo.

— ¡Shawn! — Digo al ver sus preciosos ojos rojos como sangre.

—Finalmente te has liberado, madre.

Mi boca se curva ligeramente. Sabía que mi personaje favorito vendría si lo llamo, nunca me decepciona.

— ¡¿”Madre”?! —Grita confundido el ser despreciable ese.

— Harvey, te presento a mi hijo ¡Mi muy precioso Shawn, un gran y poderoso lobo! —Shawn gruñe y sonríe con gallardía.

— ¡¿De dónde salió este perro sarnoso?! ¿No eras tú Eardwulf?

—Eardwulf está aquí —Dice Shawn quien de inmediato cambia sus ojos carmesí por un hermoso azul profundo propinándole un puñetazo en la cara— ¡Libera a su abuela, maldita rata!

No sé por qué ese golpe me da una sensación dejavu pero no puedo evitar sonreír conmovida y reírme como si fuera algo muy divertido.

— ¡CANDY! ¡TENGO EL ALMA DE QUIEN MÁS APRECIAS EN LA VIDA! ¡¿ACASO SERÁS UNA NIETA MAL AGRADECIDA Y DEJARÁS QUE AGONICE POR TU EGOÍSMO?!

Veo a la anciana que se retuerce en el suelo. Cierro los ojos y respiro hondo, aunque la imagen ante mis ojos es desgarradora, una voz en mi cabeza llena de hermosos y preciosos recuerdos de ella se convierte en la luz que ilumina entre la gran niebla en mi corazón.  

“¿Por qué estás tan segura de que elegiré a un buen hombre, abuela? ¿Y si me equivoco?”

“Porque eres Cadenza”

—Un alma no cambiará nunca.

“Elegirás a un buen hombre, estoy segura. No aceptarás a un delincuente como tu padre y si te encuentras con uno…”

Sonrío maliciosamente.

“Córtale los huevos”

—Tú no eres mi abuela.

El señor Eardwulf detiene sus golpes y Harvey me mira con horror.

— ¡Deja de mentir maldita sabandija! ¡Mi abuela jamás creería que un hombre que quiera privarme de los estudios universitarios, amistades y todo cuanto me haga ser yo misma, sea una buena persona! ¡Mucho menos un sinvergüenza que me ve como un maldito trofeo al que puede vestir como ramera a su antojo!

¡Es cierto! Después de elegir mal en su vida, ella nunca se dejó engañar de nuevo, era una mujer que podía decir lo que quisiera sin reservas ¡Mi abuela no era ninguna mujer blanda!

Veo a la mujer tirada en el suelo.

— ¡Haz hecho un maravilloso trabajo intentando imitarla como en mis recuerdos a medias, pero esa no es la verdadera Marigold!

 — ¡Por supuesto que es el alma de tu abuela, Candy! ¡Incluso si lo niegas para liberarte de culpas---!—El señor Eardwulf y Shawn le propinan otro puñetazo y patada respectivamente, alternándose para golpearlo.

—Vaya pedazo de zángano… Si hubieras hecho bien tu maldita tarea, sabrías que mi abuela jamás me pediría que me someta a la voluntad de mi esposo— cierro el puño con fuerza y siento el fuego en mi interior— ¡Tampoco que agache la cabeza ante un controlador de m****a!

Una ola de calor se extiende por todo mi cuerpo saliendo por mis manos como si ardieran en llamas aunque mis manos no se queman.

— ¡¿De verdad prefieres esa realidad donde ella no existe, Candy?!¡Yo solo quería que fueras mía! ¡¿Acaso es un precio demasiado alto a cambio de entregarte el mundo ideal que deseas?!

El fuego se esparse con mayor fuerza mientras respiro agitado. Es suficiente basura la que ha dicho.

—Parece que reiniciar tantas veces este mundo de mentira te ha llenado de porquerías la cabeza. Tú no eres quien decide lo que desea mi corazón ni dónde debo estar en este momento.  Mucho menos llamarle a esto la realidad ideal para mí…

Lanzo una gran llamarada hacia ese ser que se hace llamar Harvey, Shawn se aleja sabiendo que el fuego de mi lobo no puede extinguirse hasta que haya calcinado a su objetivo. La primera vez se salvó esa escoria porque no tenía forma, pero ahora que cometió la estupidez de tomar una apariencia y cuerpo...

El hombre se retuerce y grita mientras se cubre el rostro.

Este es el mundo ideal de ese ser egoísta y mezquino, incluso si crea un millón de marionetas que digan lo contrario,  jamás me voy a convencer de que sea un buen hombre.

Mi abuela jamás aprobaría a un ser vil y despreciable como ese, por el contrario, se decepcionaría de mí si supiera que estuve a punto de caer en ese pantano fangoso.

En cuanto el fuego acaba de quemarle la mitad de la cara, Shawn se prepara para pegarle otro golpe.

— ¡No, Shawn! ¡Esa rata es mi presa! —Alargo el brazo y  mis dedos se liberan y contraen con una gran cantidad de energía— Harvey Collins, no eres más que una sucia rata en esa madriguera que llaman casino…

Quemo con mi fuego sus pies mientras grita y me maldice.

—¡¡TE MALDIGO, WOLF!! ¡MALDIGO A SHAWN Y A TODOS AQUELLOS QUE QUIEREN ALEJARME DE CANDY!

— ¡Cállate, tu pelea es conmigo! —En lugar de usar mi fuego le pisoteo con fuerza la mano.

—Tú no entiendes, Candy ¡No sabes que con Wolf solo te espera la muerte! ¡Moriste a los 18 años, también a los 20, 21, 22 ahora a los 24 años! Solo podrás vivir si te alejas de él--- ¡UGH!

El señor Eardwulf patea en el estómago a Harvey.

— ¡Si le dices algo más a mi chica te voy a…!

— ¿Qué quiso decir con eso?

—Está diciendo puras blasfemias. — Dice el señor Eardwulf mientras le propina otra patada.

Tosiendo y retorciendose alarga su mano y se aferra a mi tobillo.

—¡¡YO SOLO QUERÍA SALVARTE CANDY!! ¡SOY QUIEN MÁS TE AMA EN ESTA Y TODAS LAS VIDAS!

No sabe cómo inventarse más patrañas. El hombre que parecía tener apariencia de ángel ahora parece un demonio o más bien una pesadilla.

Parece que con algunas quemaduras no es suficiente, es veneno puro, debo calcinar su existencia completa.

—Harvey Collins. Lo tuyo no es amor y lo sabes… Estás podrido por dentro y fuera, no tienes nada bueno en ti.

—Madre, él es el intruso que impide que puedas despertar.—Dice Shawn volviendo a tomar el control del cuerpo de Eardwulf.

— ¿Y cómo puedo despertar?

—El Dios del libro dijo que debemos aniquilar el veneno.

Nuevamente sonrío maliciosamente.

—Significa que no necesito contenerme ni tenerle piedad a este parásito.

Me hubiera gustado hacerle agonizar parte por parte sin embargo tengo algo más importante que hacer. Ya estuve demasiado tiempo en este sueño en bucle.

—¡¡AAAAGH!!

Mi fuego finalmente se extiende desde mi tobillo amarrandose como una cuerda en llamas por todo su cuerpo, la escoria grita hasta que finalmente desaparece.

Cuando solo queda cenizas que rápidamente se consumen en el aire, la voz agonizante de la anciana me libera de mi trance.

—Cadenza…

—No tengo idea de quien seas. Pero agradezco tus atenciones “abuela” puedes irte al lugar de donde te extrajo aquel desgraciado.

—Perdón, Cadenza.— Me acomodo a su altura y toco su mejilla.

—Te perdono con una condición. Si vas al cielo o te encuentras con Marigold Beckham dile “Te di muchos años de mi vida, mi luto fue largo y lo sufrí por mucho tiempo. Ahora por fin puedo dejarte ir” —La mujer asiente y también desaparece. La luz del sol ilumina el cementerio y levanto la cabeza para contemplar el hermoso cielo despejado.

No sé por qué me di cuenta tan tarde de que en este lugar no se siente el calor ni el frío, el viento sopla entre los árboles pero no toca mi cuerpo. Es un sueño.

Abuela, no sé si estás observándome en este momento. Puedes estar tranquila, ya no me dolerá más tu ausencia ni tampoco lloraré porque no pude cumplir tu sueño antes. Algún día tendré una familia, elegiré una pareja digna, alguien que jamás me levantará la mano para pegarme.

No, en realidad no tengo que buscarlo. 

Tengo un esposo y un hijo, no son precisamente humanos ni como esperabas, pero el Alfa Ery Avery es un buen hombre…

— ¡Madre!

— ¡Shawn! — Me levanto de inmediato y corro hacia él, luego me detengo un momento antes de abrazarlo— ¿En dónde está Ery?

—Ery está aquí también, el acónito le tiene débil pero hemos estado los dos en este cuerpo esperando a que pudieras liberarte.

— ¿Acónito?

—El matalobos es un veneno que puede causar alucinaciones, los cigarros tienen esa sustancia y te afectó también al inhalarlo.

— ¿No eran los lobos inmunes a las enfermedades y venenos?

—Sí, pero somos débiles ante esa sustancia en cantidades grandes. —Sus ojos vuelven a ser Azules— Cadence… Por fin pudiste salir de aquí.

— ¿Quién eres tú? No pareces ser “Él”

—Soy él, Cadence.

— ¿El señor Eardwulf también murió?—Pregunto preocupada.

—Sí y no— me toma de las manos— No tengo permitido decírtelo ni tampoco pueden saberlo Ery o Shawn… Solo puedo asegurarte que soy Eren Eardwulf pero no el que conoces.

¡¿Qué?!

—Shawn es el nombre que decidí para mi lobo en esa historia. —Acaricia mi cabeza— parece que si pensamos como una sola…

— ¿Cuál historia? —Él pone su índice en mi labio y me sonríe de una manera que nunca antes había hecho.

—Volveré a verte pronto, mi Shätzchen— Besa mi frente y para mi sorpresa la sensación es cálida.

El cementerio, el señor Eardwulf y todo a mí alrededor se desaparece excepto Shawn quien ahora es un lobo completamente visible.  

<<El huésped exterminó al intruso, Cadence Beckham puede despertar>>

¿Y cómo hago eso?

—Usa el rosario—Sugiere Shawn.

Me pongo el rosario esperando que se libere una especie de magia o algo pero no sucede absolutamente nada. ¿Me habré saltado algún paso?

Veamos, el japamala es un rosario y sus cuentas son para rezar… tal vez si pido a cada perla que quiero regresar funcione.

Shawn se acurruca junto a mí y acuesta su cabeza como un tierno cachorro en mi pierna. Sonrío y acarició detrás de su oreja. 

—Vamos a casa, Shawn.

Estoy lista para regresar a su lado, mi esposo me está esperando.

***

Mi cuerpo pesa como si hubiera olvidado lo que es moverse. Logro recostarme con dificultad, abro los ojos percibiendo el olor de mar salado y fresco con cítricos así como maderas.

No sé cómo viví ese sueño sin percatarme de la falta de mi olfato.

Sonrío cuando encuentro con la mirada al dueño de ese olor tan exquisito.  Un joven y apuesto hombre lobo duerme sentado con su cabeza recostada sobre la cama.

No tengo idea de cuánto tiempo ha pasado en Silivia desde que estuve varada en ese sueño tal vez hayan pasado cuatro días o más. Lo que más me conmueve es que él esté aquí esperando que despierte.

Acaricio su cabeza con cuidado, acomodo el flequillo de su frente. Cuando duerme parece inofensivo y tranquilo.

Gruñe suavemente cuando acaricio su cabeza y comienza a despertar. En cuanto abre sus ojos se alarma y me busca instintivamente.

—Estoy de vuelta, Lobo tonto.

Sus ojos brillan, ni siquiera se molesta por haberlo llamado un lobo tonto.

—Te extrañé, esposo.

Ery me mira con un rostro serio y acerca su frente a la mía.

—No pareces tener temperatura alta.

Que adorable es, cree que estoy alucinando o me he confundido.

Riendo tomo su mano y la acomodo en mi mejilla, cierro los ojos sintiendo su suavidad y calor.

—De verdad te extrañé, Ery.

Los ojos de mi adorable lobo, de un azul oscuro como el mar nocturno, se vuelven negros, es señal de que me desea. No voy a negarle nada está vez, yo también le deseo.

Cierro los ojos esperando su beso nada casto sin embargo este nunca llega. En su lugar acaricia mi cabeza. En otra circunstancia me habría ofendido de no ser que reconozco la tristeza maquillada con seriedad en su mirada como si intentara contenerse con todas sus fuerzas Alfa.

—Debes descansar un poco más... —Dice con una voz muy baja.

No le dejo terminar de hablar cuando lo jalo por el cuello y beso su mejilla.

Él se sorprende y se retrae un momento completamente erguido como si le costara creerse que le demuestre tanto afecto.

—Debes estar tan cansada que— se aclara la garganta— ve a dormir, mañana podemos---

— ¿A dónde vas? —Le pregunto con un tono más imperativo que suave cuando noto que se lleva una almohada bajo el brazo y se dirige a la puerta.

—Perdí nuestro acuerdo. Prometí no volver a fumar por un mes, también te dije cosas horribles y... Fallé en nuestra alianza.

Ni siquiera se atreve a verme a los ojos. Debe sentirse demasiado culpable por lo que sucedió. Se queda de pie sin decidirse a girar el pomo y finalmente decide continuar.

—Así que te dejaré tener está habitación. Me iré a otra en lo que termino de preparar la tuya y adecuarla a tus...

No lo dejo terminar porque lo abrazo por detrás. Aprovecho su confusión y tomo su mano para guiarlo hasta nuestro lecho.

—Somos esposos, Ery—sonrió al ver su expresión sorprendida— Los esposos deben dormir juntos.

Lo empujo a la cama y me subo sobre él, me acomodo entre sus piernas y apoyo mis manos sobre su pecho.

—Además, los esposos deben ser sinceros y contarse todo. Desde lo que les molesta hasta lo que les hace sentir bien.

Está a punto de decirme algo, tapo su boca con mi dedo índice, no quiero que arruine el momento.

—Absolutamente todo.

—Cady... —Dice sin poder contenerse más, tomando mis manos con deseo feroz- El acónito aún...

Beso en la comisura de su labio y me relamo.

Él respira agitado y pone sus manos en mi trasero.

—Yo también tengo mucho que contarte, Cady.

—Entonces...

Doy unos pequeños saltos restregándome sobre el bulto creciente y caliente debajo de mi muslo.

—Ya me dirás todo y yo también te contaré todo a su debido tiempo, una pregunta y una respuesta cada uno. ¿De acuerdo?

Mis labios están cerca de los suyos, puedo sentir su respiración gutural acariciando con mis manos sus duros pectorales, los latidos de su corazón se aceleran a cada segundo.   

<< ¡DING, DING!>>

El sonido de una campanilla como la notificación de un teléfono móvil nos interrumpe.

<< ¡Misión evade al Alfa superada!>>

Ambos nos vemos con extrañeza mientras la cosa esa no deja de hablar. Mi mayor sorpresa es que el Alfa pueda escucharla pues parece que no le sorprende que eso haya sucedido.

Resignados suspiramos mientras el sistema explica que debido a que pasé cuatro días sin tocar al Alfa (porque estaba durmiendo) he superado la misión.

Ery suelta mi cadera, se nos han quitado todas las ganas.

Me giro de su cuerpo y me siento molesta, más imprudente no puede ser ese fastidioso sistema de transmigración.

—Luego tendrás que explicarme qué demonios es esa cosa ruidosa.—Dice acomodando el flequillo de su frente hacia atrás.

Suspiro con tedio mientras el Alfa se sienta sobre la cama y observa con naturalidad hacia las letras que aparecen en el aire.

¿Desde cuándo puede verlo? Parece que hay demasiado que nos hemos ocultado mutuamente.

<<Felicidades, huésped. Has desbloqueado la recompensa>>

En el aire se abre un portal y caen los ítem prometidos, uno de ellos cae directo en la cara del Ery, me doy cuenta y recuerdo demasiado tarde que las recompensas eran objetos pervertidos.

Ery toma lo que le cayó encima y lo observa con detenimiento.

—"lubri... ¿cante?"

Lo veo con horror mientras lee las instrucciones de manera fluida y sonríe malicioso cuando dice que debe frotarse el pene con eso para facilitar la penetración.

— ¡¿Puedes leerlo?!

—En realidad siempre he podido. No sé cómo pero lo hago desde que encontré tu libro.

— ¡Gran mentiroso! ¡Dijiste que no podías...!

Ahora que recuerdo en el libro dejó anotaciones suyas e incluso experimentó con los preceptos. ¡Pensé que sería de lectura lenta o que entendía solo una parte, no que podía leer prácticamente lo que fuera que estuviera en el idioma de mi mundo real!

—Nunca dije que no pudiera leerlo. Dije que nadie aquí sabe ese idioma y que no es posible leerlo, sin embargo nunca mencioné u afirmé que yo no pudiera.

— ¡Eres un gran tramposo! —Él se ríe picaronamente y me sostiene de las muñecas impidiendo que lo agarre a puñetazos.

—Entonces yo haré la primera pregunta. ¿Esto es para que pueda penetrarte? ¿Por eso evitaste todo contacto conmigo estos días?

— ¡Esas son dos preguntas! —Digo apenas logrando zafarme de sus manos y lo empujo.

—Casi me vuelves loco para obtener esto ¿deberíamos hacerlo?

— ¡Agh! ¡Suelta eso, pervertido!

—Veamos, ins-tru-ccio-nes de uso... Vier-ta el con-te...

—¡Agh! ¡Ya deja de leer eso!

Trato de arrebatarle el ungüento en tubo mientras este ríe levantando el brazo para impedir que pueda alcanzarlo.

En uno de esos forcejeos caigo sobre él y nos vemos cara a cara provocando que ambos nos quedemos estáticos mirando al otro como si nos hubieran hipnotizado  ¡Maldita tensión sexual!

No pudiendo contenerme yo tampoco, me acerco a él para besarlo.

<<Estimado huésped, ahora puede elegir una misión entre diferentes opciones. Seleccione la que desee>>

Voy a ignorar lo que sea que diga esa cosa, este Alfa me debe una buena...

<<1) Sexo oral, 2) Haz gemir al Alfa, 3) Achisparse con el Alfa, 4) Toma un baño con el Alfa o 5) Coito hasta el final. >>

¡Aaaagh! ¡Sistema pervertido!

Es como si me hubiera aventado un baldazo de agua helada ¡Con eso me acaba de matar el libido!

—Me agrada este Dios hechicero. Yo digo que la 2 aunque me está tentando con la 4.

— ¡Alfa degenerado!

— ¿Quieres ver si logras hacer gemir a tu Alfa esposo?

— ¡Noooo!

'Si tu no quieres hacerlo deja que tome el control. ¡Yo si puedo hacerlo gemir hasta temblar!'

¡¿Tú también, Chiara?!

¡¿En qué clase de historia enferma me metió ese sistema voyerista pervertido?!

¡ZIIP!

Ery sin pudor alguno se abre los pantalones dejando salir su miembro que salta vigoroso y contento por ser liberado.

—Aun puede que tengamos acónito así que no puedes meterlo en tu boca todavía, pero puedes sacudirlo con tu mano y ponerlo entre tus pechos.

—¡No, guarda esos 22 centímetros!

—Dijiste que pasado el mes haríamos de todo. Esto es lo que los esposos sanos hacen, Cady. Tampoco puedo lamerte abajo. Pero puedo meter mi dedo...

'¡Si no quieres, yo soy voluntaria!'

— ¡Shawn, afuera está nevando! ¡Dile a tu alfa pervertido que no quieres--!

—Honestamente yo también lo necesito.

— ¡Aaagh! ¡Todos ustedes son unos pervertidos!

El Alfa recupera el control de su cuerpo y se abalanza sobre mí mientras el sistema se queda en espera de mi repuesta.

—Entonces tú eliges ¿La 2 o la 4? —Toma mi mano y besa mis nudillos haciendo que me ruborice y mi piel entera se llene de descargas eléctricas.

<< ¿Qué opción quiere elegir, huésped?>>

— ¡No voy a elegir ninguna! ¡Aléjate de mí, Alfa!

~Fin del Acto 1~

Maika Maese

Aquel sueño fue una catarsis para Cady, con su corazón liberado se prepara para una nueva etapa ¡El telón se ha cerrado para un intermedio! Volveremos pronto con el segundo acto, muchas gracias por sus comentarios y apoyo. Pero aún no se vayan, falta el adelanto exclusivo de la temporada 2 ¡Aléjate de mí, Alfa~ Acto 2!

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