Capítulo 92.2- ¿Cómo me llamaste?

Nuevamente he dejado el manuscrito sobre el escritorio de Ery. Hice las correcciones que me anotó como sugerencia, incluso estoy segura de que he logrado terminar satisfactoriamente la historia. Puedo llamarla terminada. Aun así sigo con algo en mi interior inquieto que revolotea como si tuviera mariposas agolpadas aleteando en mi estómago.

‘Nuestra pareja no regresó a dormir anoche.’  

Aunque Chiara quiere que secunde a su afirmación, en realidad no me afecta pues no sabría cómo verlo a los ojos después de ese beso que compartimos. Si, inevitablemente tendremos que vernos a la cara en algún momento, solo que no estoy preparada.

Si quiero matar algo de tiempo tal vez podría hacerlo en la cocina, con suerte Milo habrá dejado una de sus comidas deliciosas. Esa sensación extraña en mi estómago seguramente es por hambre, si la sacio entonces puede que me deshaga de esta incomodidad.

—Oh, buenos días. Luna.

Desde que les pedí que fueran breves con el saludo matutino, dejaron de hacer malabares verbales con su prosa poética de “Saludo a la luna más brillante que el sol” así como todas esas frases largas y cursis.

— ¿Le pasó algo a la cocina? —pregunto asombrada, incluso parece un poquito más grande de lo que la recuerdo hace unos días— ¿muebles nuevos?

—Ahora que me ha dado el deber de preparar los alimentos de mi Luna, el Alfa ha hecho ampliar la cocina y planea hacerle mejoras para que mi trabajo sea más eficiente.

— ¡Muchas felicidades, Beta Milo! ¡De verdad merecías este cambio!

Milo asiente contento y sonríe con entusiasmo.

—Todo es gracias a mi Luna. El Alfa ha cambiado mucho desde que la diosa lo bendijo con una pareja tan encantadora.

Ah, no quería hablar sobre eso de vínculos y parejas, en especial si eso involucra a Ery en una conversación que me confunde más…

— ¿Dije algo malo, Luna?

— ¡No, para nada! —Pauso un momento y respiro hondo—Me refiero a que yo no le persuadí para que decidiera mejorar las condiciones de la cocina y…

Beta Milo se ríe y de inmediato corta su carcajada.

—Por supuesto que lo has hecho.  

Vuelvo a negar con la cabeza y rápidamente decido cambiar el rumbo de la conversación al mencionar a Windy.

—Hablando de bendiciones de la Diosa ¿No has estado mucho tiempo con Ery o en la cocina? Windy debe estar sola.

—Para nada, mi querida March comprende que mi deber como Beta es algo importante. Además, Está muy agradecida con nuestra Luna.

— ¿Conmigo?

—Sí, porque me has dado la oportunidad de servirte en la cocina y hacer realidad mi sueño.

—No es la forma en que un Beta debe hablar ¿eh?

—Tú tampoco hablas completamente como una Luna.

Touché.

Ambos nos reímos mientras Beta Milo me sirve té de camelias sin olvidar acomodar un frasco lleno de miel de abeja.

—Alfa Ery puede ser orgulloso y prepotente a veces. Aun así mandó a construir una cocina para mí y mejoró la de la manada… Eso fue por ti, Luna.

— ¿Tú crees? Eres su mejor amigo así que tal vez me usa de excusa para---

—Todo lo contrario, Luna. Yo soy la excusa.

¡Agh…! ¡Nuevamente estamos hablando de Ery!

Lo último que quiero es mencionarlo.

— ¿Para qué necesitaría escusas? —Suelto olvidando lo que acabo de decirme hace pocos segundos.

—Quien sabe, tal vez para complacer a cierta Luna que quiere conquistar… —Dice Beta Milo pellizcando su barbilla.

—….

— ¿Crees que no lo sé? Podrán engañar a la manada, jamás a un Beta.

No tengo palabras para refutarle.

—Para empezar ambos casi se rechazan frente a toda la manada, luego el Alfa hizo su ridícula promesa ante la Diosa y mágicamente se casaron. Serán pareja por designio de la luna pero es más que obvio que no son una pareja real.

¡Ha dado justo en el clavo!

—Bueno, no necesariamente todos los casados se unen por gusto…

—Mi Alfa si lo hizo porque le gustas.

Trago tan grueso que estoy segura de que se pudo escuchar.

—Mi pregunta es si mi Luna siente lo mismo.

—Por supuesto que me… gusta. —Admito un poco avergonzada. Después de todo es cierto que me atrae con una fuerza que ni yo misma puedo entender.

— ¿Te gusta? ¿No lo amas?

—Amar es un sentimiento problemático, no lleva a nada bueno. —Digo después de un gran silencio y Beta Milo suelta un suspiro tan largo que parece el soplido del lobo feroz llevando la mano a la frente como si tuviera jaqueca.

—Tal para cual, igual de bobos. —Dice a regañadientes y se da la vuelta.

¿Perdón?

— ¿No es una falta de respeto llamar bobos a tus superiores?

—No cuando ambos se comportan como tontos y lo digo en una conversación casual con una Luna moderna que no sigue los protocolos comunes pues ha dicho que el rango no es lo más importante.

Ahora entiendo cuando Ery menciona que Milo es un Beta de lengua de gran filo. Puede insultar fácilmente sin ninguna grosería y sin dejar de sonreír.

—Pero no piensen que me refiero a que son bobos de manera despectiva, en cierto modo me es divertido ver florecer a dos brotes inmaduros… De distintos mundos.

— ¿Dijo algo, Beta Milo? —En realidad no le he escuchado bien debido a que se ha volteado.

—Nada

Milo abre el horno y saca unos deliciosos pastelillos recién horneados.

— ¿Quiere uno, Luna? —Asiento y pone uno frente a mí. —No suelo preparar postres pero--

— ¡Es un honor probarlos! —Exclamo contenta y tomo el panecillo. En cuanto lo pruebo casi escupo el bocado.

¡Sabe horrible!

— ¿Ocurre algo, Luna?

Niego con la cabeza y trago a la fuerza lo que tengo en mi boca.

—No… creo que todavía… me siento un poco cansada por el entrenamiento de… Hershey.

Santa abuela, me cuesta creer que después de toda la comida deliciosa que ha preparado tenga tan mala mano para los postres… Ahora que lo pienso, en mi vida como autor y asistente temporal del Demonio de Lupus, jamás comí algo preparado por su asistente Liam Roberts. Solo ese pastel horrible…

No puede ser ¿Será eso? Tal vez Liam sea hábil con la cocina siempre y cuando sea en alimentos salados. De ser así, entonces Milo tiene completamente su esencia.

No he convivido lo suficiente con Jerome como para asegurarlo, pero creo que él también tiene mucho de Josh. Al principio pensé que parecían todos sacados de mi mundo como si fueran disfrazados para una obra de teatro en la gran farsa. Después creí que tenían algo que los hacía diferentes a todos los que conocí antes de quedarme atrapada en mi propia novela. .. Todavía lo creo, aunque acabo de descubrir que comparten los mismos defectos y virtudes de cada uno.

Significa que él también…

¡NO! ¡Ery es mucho mejor que ese explotador laboral!

Tomé a esa persona como referencia para el protagonista al igual que tomé a todos y cada uno de mis conocidos para los personajes, era una obra que no quería escribir de todos modos así que fui un poco floja en la creación. Aun así, Ery no se molestó conmigo por olvidar lo que sucedió en la borrachera de ayer. Se portó comprensivo y amable.

¡Así es! ¡Él nunca fue amable conmigo! ¡Es imposible que sean iguales!

Debe ser por los vestigios de la resaca, no estoy pensando bien.

´Hace días que pasó esa resaca, Cady. Deja de mentirte’

¡Entonces hay una explicación coherente a todo esto, Chiara! Ery dice que le atraigo y yo nunca le parecí atractiva al señor Eardwulf… Jamás, nunca fui su tipo, tampoco es que me importe, él tampoco lo es para mí. Si se tratara de algo que me gustaría en un hombre, él dista completamente de la clase intelectual y profunda que buscaría en un hombre si tuviera interés de hacerme de un novio. No importa cuántos libros haya leído ni si sus conversaciones son interesantes y envolventes, es un mujeriego al que yo jamás…

— ¿Luna? ¿Se encuentra bien? —Al ver la preocupación de Liam… es decir, Milo, niego con la cabeza y suspira — Aunque ya han pasado unos días puede que aún se encuentre débil, ve a descasar, después de todo el alcohol de ese tipo contiene ingredientes dudosos.

¡¡Sabe lo de la resaca!!

— ¡Sí! ¡Iré a descansar!

***

Dije que iría a mi habitación, sin embargo estoy caminando en sentido contrario.

Él no está en su oficina ¿A dónde habrá ido? De igual forma está bien si no nos encontramos, aún me avergüenzo de mi comportamiento extraño y el beso que le clavé sin razón alguna por el maldito vínculo que me obligó.

‘Es nuestra pareja, por supuesto que el vínculo tiene que ver… si fueras Candace.’

¡Fue por ese vínculo, he dicho!

Si voy por este camino estaré cerca del laberinto. Ery podría estar ahí, definitivamente no puedo pasar por ahí. Si me voy a la habitación tal vez me espere ahí y tampoco me siento preparada para verlo. En el campo de entrenamiento también hay una gran posibilidad de que este ahí.

Si le pregunto a Milo, le dirá a Ery que lo estoy buscando. Si le pregunto a Jerome… No importa que haga todos los caminos llevan hasta él ¡Debo tomar otro camino, un lugar al que nunca vaya!

¡Eso es!

Detrás del edificio hay unas bancas, nadie va allá.

Bien, lo he decidido. Allá podré sentarme un rato y estar tranquila un momento.

Eso fue lo que decidí, entonces… ¿Por qué está Ery justamente en el único lugar donde creí que no lo vería?

Peor aún, parece una situación invertida pues este lugar se parece al lugar donde solía sentarme en la universidad a escribir mis ensayos. Solo que esta vez es Ery quien lleva algo en la mano y lee con gran concentración.

Cuando no habla como un pervertido y se centra en algo tiene un semblante serio y misterioso. Como si no pudiera mostrar lo que piensa, no hace muecas, no sonríe, solo está ahí escribiendo como si no existiera nada más a su alrededor.

— Si crees que no te he visto estarás insultando y cuestionando mi poder como Alfa.

De inmediato salto detrás del árbol ¡Me había olvidado de que tiene olfato de perro y buen oído!

 —Espero que no estés comparándome con un perro justo ahora.

¡Lo adivinó! Niego rápido con la cabeza y se ríe diciendo algo como “Si, lo hiciste” con una sonrisa malditamente criminal. Estúpido vínculo, ahora mi corazón está latiendo y Chiara da vueltas emocionada porque Ery nos ha dado su atención.

Casi me doy la vuelta cuando Ery señala a un lado suyo de la banca y en automático voy a sentarme como si me hubiera dado una orden ¿Qué me está pasando? Me he quedado rígida como una estatua y Ery corta el silencio con una sonora carcajada.

— ¿Qué ocurrió con la hembra brava que me llama alfa tonto a cada respiro?

—Ya no te llamo Alfa tonto…—Dudo—Tan seguido.

Ery se ríe de nuevo y mi corazón por poco se sale de mi pecho.

— ¿Qué estás haciendo? —Suelto finalmente sin mirarlo a los ojos.

—Estoy tomando notas de distintas historias.

— ¡¿Eso para qué---?! —Paro en seco al encontrarme con sus ojos como un cielo nocturno.

—Quería tener algunas ideas frescas para poder ayudarte con esa nueva historia que dejaste en mi escritorio.

—No tenías que conseguir libros para eso…

—No los conseguí. Son de mi colección personal.

Abro los ojos con asombro y noto la gran cantidad que tiene en el suelo ¿Todos esos?

—Si me miras así me das a entender que de verdad me crees inculto y salvaje, eso ofende.

— ¡No! ¡Para nada…si, la verdad es que no creí que te gustara leer algo más que los asuntos que debes firmar todos los días!

—Tch, apuesto a que pensaste que solo me interesan historias eróticas o algo por el estilo.

¡¿Cómo supo eso?!

—No… —Trago grueso.

—Para tu información, si, me gusta leer historias eróticas y tengo un montón escondidas.

¡Lo sabía!

—Y también tengo muchas historias de aventuras, misterio y de todo tipo. —Me mira a los ojos y suspira— muchas de esas historias las puso mi abuelo en ese librero que ha pasado entre otros Alfas. Me he leído todos excepto los que escribió él.

Ery se queda callado y evita verme. Parece que mencionar a su abuelo, el Alfa Remery no es algo agradable para él… Ahora que lo pienso, aunque ya he visto a Sieg y a Etzel, Remery no se encuentra por ningún lado.

— ¿Por eso no conocías la ley del poder absoluto de una Luna?

Ery asiente. El silencio es tan sólido que podría cortarlo con un cuchillo y usarlo como ladrillo.

— ¿Por qué no---?

—Está prohibido mencionar a un traidor y renegado. Incluso si aún nos regimos por muchas de sus reglas, su existencia es…

—No necesitas decir nada más…— tomo su mano—No volveré a mencionarlo.

Ery asiente pero no puedo quitarme este mal sabor de boca ¿Remery es un traidor? Ni siquiera puedo preguntar al respecto porque veo en la mirada del joven Alfa que no le agrada hablar de ese tema. Quizá solo le haga enfadar.

Lo mejor será cambiar de tema para romper el hielo.

—Hablando de libros ¿Cuál es el que más te gusta? —Ery está a punto de abrir la boca pero no puedo quedarme callada y suelto todo sin pensarlo— Estoy segura que deben ser novelas eróticas, si al señor Eardwulf le gustan las historias de lobos y licántropos ¿Entonces a Ery le gustan las de humanos?

Chiara me gruñe, luego me dice que soy una insensible. Demasiado tarde me doy cuenta de la estupidez que acabo de preguntar y me tapo la boca. Veo al joven frente a mí quien ha torcido la boca.

A Ery no le gusta que mencione al señor Eardwulf y saberse un personaje ficticio debe ser algo que no es muy agradable de recordar.

‘¡No, tonta! ¡Eres insensible por mencionar a otro hombre y compararlo con él!’

—Creo que no tengo una historia en específico que sea mi favorita—Dice finalmente pero su voz suena algo seca—Solo salí un momento mientras tomaba un descanso, tengo todavía muchos pendientes por hacer.

Chiara continúa gruñéndome hasta que Ery me acaricia la cabeza como si fuera un pequeño cachorro en un parque y dice con una voz muy baja sonriendo mientras me alborota el cabello “Tal vez pronto lo haga” dejándome con una sensación extraña de nuevo y mi corazón latiendo como salvaje por culpa de Chiara.

Una vez se ha alejado recuerdo que dejó todo tirado alrededor de la banca.

La mayoría son historias de lobos, también hay algunas historias de misterio con protagonistas humanos. No recuerdo que haya agregado una época en específico en la novela, debería ser ilógico que haya libros impresos pero ahí están. Y no solo eso, son historias modernas que no deberían existir si tenemos casi una imagen medieval y renacentista. De verdad me urge regresar, cuando todo esto termine arreglaré la descripción de escenarios.

Ah… El príncipe de Maquiavelo, Naranja Mecánica, Cumbres Borrascosas, Niebla de Unamuno… Entre todos los libros hay un montón que discutí alguna vez con esa persona. Claro, no son completamente iguales y pareciera que fueron adaptados para lobos pero básicamente tratan de lo mismo.

No es posible… De verdad se parecen demasiado esos dos.

***

En nuestra habitación olfateo su almohada y vuelvo a intercambiarla por la mía en su lado. No hemos hablado desde entonces, han sido unas horas sin embargo parecen una eternidad ¿pasará aquí la noche esta vez? Tampoco ha mencionado el incidente de ese beso… tal vez quiera borrar que haya pasado.

CLANK

El sonido de la puerta al abrirse ya me anticipa algo, pero todos mis sentidos se nublan cuando percibo su delicioso olor. Sé sin voltear a verlo y sin escucharle decir una sola palabra quien está detrás de mí y de alguna forma estoy salivando como el perro de Pavlov.

No le veas a los ojos, no le veas a los ojos… Pero no puedo resistirme y volteo a verlo igual.

Él también parece tener dificultad para hablar hasta que finalmente abre la boca y me pregunta algo que no esperaba,

—Cady, sobre esa historia que me mencionaste de los asesinatos de la cabaña… ¿Podrías escribirla de nuevo?

Estoy segura de que escuché mal. Tal vez se refiere a otra historia de otro autor. No, me dice a pelo seña lo que sucede en esa historia, está hablando de la mía sin duda alguna.

¿Eh? ¿Por qué me pregunta eso? Peor aún ¿cómo sabe de la existencia ese fracaso en ventas?

—Quisiera leerla. No solo saber el resumen.

Dudo mucho que quede igual letra por letra, pero podría intentarlo.

—Cuando termines llévalo a mi oficina. —Se da la vuelta y alcanzo a atrapar su brazo.

Cuando dice eso no puedo evitar sentir como si el corazón me saltará del pecho y cómo todo a mí alrededor se detiene por un breve instante. Lo suficiente para escuchar los latidos que golpean en mi interior y un estremecimiento por todo el cuerpo me impulsa a hacerlo de nuevo...

Sin poder controlar este impulso me pongo de puntillas y le jalo por el cuello de la camisa hasta que nuestros labios chocan por el impacto de atraerlo hacia mí.

Esta vez no solo son besos y caricias hay algo más. Una sed incontrolable que me evita alejarme de él, cada segundo sin sus labios es una agonía, quisiera devorarlo por siempre.

En algún momento me he subido sobre él o es Ery quien me ha acomodado entre sus piernas. No estoy segura, solo sé que estamos incontrolables sin poder soltar al otro. Ery gruñe un poco y comienza a desnudarme poco a poco, yo tampoco me quedo atrás abriendo su camisa.

—Luna. Sobre el entrenamiento de hoy...

Con esas palabras el encanto se ha roto y por fin puedo liberarme un momento, mi respiración es agitada y ambos estábamos demasiado perdidos en... ¿Qué hice?

Hershey nos observa sorprendida y luego sonríe con picardía mientras Ery la fulmina con la mirada como si quisiera también pasar su mano por su cuello solo que con intenciones asesinas.

— ¿Disfrutas lo que ves?

Dice finalmente Ery y Hershey salta hacia atrás con cierto disgusto

— ¿Qué acaso me cree mi Alfa una pervertida?

—Eso parece ya que no te has movido de la p#%$ puerta ¿Qué acaso aquí nadie sabe tocar antes de abrir?

Mientras ambos parecen discutir, me bajo lentamente de sus piernas y discretamente acomodo mi ropa.

Luego acomodo la camisa de Ery por arriba, cierro la cinta que descubre su pecho y tapo la parte de abajo.

Una vez he finalizado mi impulso me hace correr mientras Ery me llama desde lejos hasta que finalmente llego al lugar donde entrenamos Hershey y yo.

Una vez estoy lejos de esos dos y todos los recuerdos de lo que hice segundos atrás me atacan uno tras otro, me cubro el rostro y suelto un grito ahogado.

— ¡Por dios casi lo hacemos contra la pared!

<< ¡DING DING DING! ¡Nueva misión secreta! Puedes elegir entre hacer gemir al alfa, bañarse juntos o--->>

¡Ahora no!

Por dios, no solo casi lo hicimos ¡Fue una situación tan similar que me aterra!

— ¿Qué me pasa? ¡Debe ser Chiara! ¡Eso debe ser!

'Admito que tengo ganas de saltarle encima, pero no lo he hecho. Ni siquiera he enviado impulsos para que lo hagas, ni siquiera es necesario porque tú lo deseas por ti misma.

¡Mentira! ¡Es solo que este cuerpo lascivo de lobo y el estúpido vínculo me provocan estos deseos por quien...!

¡Ay no, casi lo digo como si fuera mi pareja!

¡No, no, no! ¡Él no es mi pareja, eso ni siquiera existe en mi mundo! ¡Esa falacia sobre las parejas destinadas es una fantasía!

'Cady, no voy a juzgarte por tener deseos por los dos, solo te advierto que si tus acciones le hacen daño no te lo perdonaré'

¿Cuales dos? Solo es Ery.

'Hablo de aquel que tiene el mismo rostro y por quién pareces tener una harta tensión sexual'

¡Yo no tengo tensión sexual por ese idiota!

'¿Crees que no sé lo emocionada que estabas porque Ery te recordó a él?'

¡No, no es cierto eso!

— ¡Cady Cad!

Frente a mi Hershey se ve preocupada.

—Perdona, no quería interrumpir... No pensé que él estuviera ahí ¿Te incomodé?

—No... Bueno sí, Pero no es para que te disculpes---

—El Alfa se enfadó mucho, dijo que debería hacer trabajar a su Gamma el doble hoy para que sepa lo que es evitar un momento especial.

Ese Ery es demasiado rencoroso.

—Yo hablaré con él. Solo... Dame un momento y luego puedo hacer algo--

****

Escribí todo lo que recuerdo de esa historia de los asesinatos en la cabaña y mientras anotaba cada detalle recordé un poco a esa persona.

"Puedes mover aquí, está escena quedaría mejor si la acomodas de esta forma..."

Fue la primera y única vez que él se mostró interesado en una historia mía.

"Misterio Mortal, ese será su nombre"

"Yo me encargaré de la portada."

Por eso cuando vi los resultados de ventas y la poca audiencia todas mis esperanzas acabaron por derrumbarse.

Fue la primera y única vez que realmente fue mi editor y lo había arruinado. Es imposible que quiera supervisar el proceso creativo de nuevo fue lo que pensé.

¿Por qué olvidé eso?

Aquel día no solo me sentí patética por las bajas ventas fue por su decepción.

Pero Ery dijo que le gusta esa historia.

Igual que Edw2238, la única persona que se interesó en mis historias y se llamó a si mismo mi admirador...

También este Alfa extraño e impredecible dijo lo mismo.

Con algunos movimientos de mi pluma fuente mi mente se vuelve una con el papel hasta que finalmente he logrado recrear la mitad de la historia.

En cuanto llego a una parte me detengo y aunque tengo la otra parte ya escrita, lo he dejado a propósito de esa forma.

La oficina de Ery está vacía y me escabullo a su escritorio, coloco con cuidado las hojas y salgo. En cuanto acabo de cerrar la puerta mi corazón está latiendo de manera acelerada.

¿Será que si lo hará?

Más tarde Ery abre la puerta de la habitación y me ve sin soltar la historia.

— ¿Tienes el resto?

Me dice con una cara llena de asombro, sus ojos brillan.

—Pareces muy entusiasta en leer lo que sigue, creí que ya conocías el final.

—Aunque ya sepa el final quiero saber cómo sucede. Es que me parece imposible que lo sea.

Sonrío satisfecha y le entrego la otra parte.

—Aún no está terminado.

—Definitivamente no, aunque está muy bien tengo algunas sugerencias.

Veo en las páginas sus anotaciones, para mí sorpresa son las mismas que las de ese día. Incluso su letra se parece…

—Entonces te dejo continuar... —Antes de abrir el pomo de la puerta se detiene y vuelve a verme — "Asesinatos en la cabaña" es un título muy genérico, pensé que tal vez algo como “Misterio Mortal” en el título podría---

Nuevamente lo detengo y sin poder contenerme lo beso.

Solo que esta vez lo jalo hacia mí y lo guío hasta la cama, salto, me monto sobre él,

beso su cuello y siento entre mis piernas la dureza de él disfrutando de restregar mi muslo y parte de mi ingle sobre él. Sonrío satisfecha, me desea tanto como yo lo deseo.

—Podemos discutir más detalles, si así lo quiere, editor.

Él me toma de las muñecas y me voltea con fuerza debajo de él. Su mirada parece fría.

— ¿Cómo me llamaste?

Un aire gélido nos envuelve a ambos mientras me percato demasiado tarde de lo que se ha escapado por mi boca.

Luego de un silencio, su voz temblorosa y como si lo dijera entre dientes, me cuestiona.

— ¿Esto es lo que hacías con él?

—Ery...

— ¡Olvídalo! ¡Olvídate de él!

Con una fuerza brutal descubre mi cuello y casi me muerde. Luego, como si hubiera recuperado su cordura, me abraza. Sus latidos golpean en mi pecho como las manecillas de un reloj de pulso.

—Mía.

Su voz es seca pero fuerte y clara como un eco que resuena entre mis oídos.

—Mía...

Dice una vez más, ahora con más suavidad y besando mi cuello susurrando a cada beso "mía" hasta llegar a mis labios.

—Ery... —Mi voz suena ahogada entre mi respiración agitada y el calor que me provoca su cuerpo sobre el mío.

—No regreses nunca, quédate aquí... ¡A mi lado!

Ni siquiera puedo responderle, él sin quitarnos la ropa, restriega su dureza contra mí. No hace ningún sonido salvo algunos gruñidos que se escapan. Cómo si nos hubieran atado por las muñecas con una cuerda, con los dedos entrelazados. Una y otra vez con cada movimiento suyo mis gemidos resuenan.

Y de vez en cuando un "mía" vuelve a escapar de su boca silenciado en mis labios como si quisiera enterrarlo en mi garganta junto con mi voz.

—Aah... Er~

Él me calla con más besos salvajes, buscando mi lengua con la suya mientras me embiste con la dureza de su miembro protegido solamente por nuestra ropa, aumentando la velocidad hasta que ambos ahogamos el sonido y muerdo su hombro sobre la camisa.

Ery después de terminar me ve sin poder decir nada más, toca en el hombro donde lo mordí, no hay sangre ni parece haberlo marcado sin embargo se aparta de mí de inmediato y corre hasta la puerta dejando solo el ruido sordo de esta al cerrarse.

Mi cuerpo aún tiembla, no he apartado la mirada de esa puerta cerrada que aún hace eco. Respiro agitada recordando sus manos y labios en mi piel. Solo tres veces he sentido esto… Aquella vez frente a la puerta del departamento #166, cuando Edw2238 me enseñó a tocar mi cuerpo y esta vez con Ery. Las tres dejándome con una sensación de vacío incompleto y un calor incontrolable en mi interior.

Mi pecho sube y baja, mi boca jadea al mismo tiempo mientras llevo mi mano hacia el lugar que palpita aún humedo y deseoso por continuar lo que Ery acaba de iniciar.

Maika Maese

Cadence no puede evitar que sus emociones estallen al tener a alguien que aprecia sus historias, pero es mayor su emoción cuando estos actos vienen de aquel que se parece a esa persona. Aquellas emociones son tiernas y hermosas pero Ery sintiéndose comparado con su rival no hace más que sentir cierto sabor amargo al saberse ajeno a ese mundo del que viene Cady donde reside ese hombre. Al mismo tiempo Cady siente en Ery un deseo que no puede definir y aunque la tensión es grande debido a las palabras que se le han resbalado, pasa la noche llenando esa necesidad hasta sentirse satisfecha. Detrás de ese escenario vacío, el reflector enfoca hacia otro lado a cierto editor que continúa buscando respuestas en los recuerdos del pasado...

| Me gusta
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP