-Bruno Cicarelli-
Despierto, aún mareado, en la habitación que han adecuado en el hospital para nosotros, me siento un poco adolorido y con náuseas también, pero todo vale la pena por solo verla sana y que tenga una vida feliz.
-No te muevas, sigue descansando - me dice la dulce voz de Hanna al oído.
-¿Cómo salió todo?
-Ella esta bien, aún duerme y pasarán varias horas para que despierte, asì que aprovecha de descansar.
-Gracias a dios.
-Y a ti, Bruno... perdóname por todo, yo... yo estaba equivocada - dice, en dejo de voz. Sé que le està costando asumir que ella se equivocó y para mí eso no es importante o bueno sì, pero no en este momento.
¿Ash! ya no sé ni lo que digo o pienso.
No quiero molestarme recién despierto. Ya tendremos tiempo de hablar.
-Hanna, no quiero hablar de ese tema, por ahora. Aún no proceso todo esto de tener una hija, que me la hayas ocultado por ocho años y sobre todo porque no sé si pueda disculparte por lo que hiciste. Tengo claro que no soy dios para p