85. Un lobo errante
EZRA
Estaban aquí porque era necesario. Arvid hizo lo necesario para poder sacar con vida a todos de allí, aunque perdimos a muchos hombres defendiendo la frontera de él.
Algo había cambiado; Eder había cambiado. Supondré que usó el mismo método retorcido que yo para lograr su objetivo. La diferencia es lo que es ahora.
—La guerra se ha extendido más allá de mis límites —dije simplemente, mirando la confusión en su rostro y las muchas preguntas que su cabecita formula.
Ella es muy curiosa, demasiado.
—Pero… se supone que todo terminó cuando capturamos a Layka. ¿Ella escapó?
—No, ella está muy encadenada aquí en una celda muy protegida, pero Eder es quien esta vez lo desató. Ya no es el mismo; se entregó a la magia prohibida y eso… eso es algo que podría significar la muerte de muchos.
Crystal tenía más preguntas y todas se las callé con un beso que moría por darle. No fue gentil, fue posesivo, hambriento; la deseaba, la necesitaba, pero no será ahora.
Su cuerpo se relajó, se