43. Más de un poder
CRYSTAL
Y así fue como nos encontró Morfeo, luchando entre todos por culpa de estos mentirosos bromistas.
Torcí la pierna del que tenía al frente, escuchando su lamento. Tenía a otro agarrado de la oreja, con los dientes a punto de arrancarla, y a otros dos debajo de mí, retorciéndose mientras jalaba el cabello de uno de ellos.
Me superarán en número, pero ilesos no se van.
—¿Qué es lo que sucede aquí?
—Ella está enojada porque le jugamos una mala broma, señor.
Alza una ceja, divertido, mirando cómo ahora me lanzo sobre ese para clavarlo de cabeza en la tierra.
—Para ser débil, tienes a más de cinco de los míos sobre el suelo.
—Tus bastardos chupasangre me hicieron casi morir de un ataque cardíaco.
Morfeo suelta la carcajada, levantándome del resto, aunque mi mano no soltó la oreja de uno. Ahora sí se las dejaré punteaguda como lo que son.
—Ay, ay, joder, ¿qué mierd4 hice para ganarme una loba desesperante?
—Joderme con una mala broma.
Les gruñí a todos, mirando cómo se le