Capítulo 3.2: Preparando una fiesta.
Durante la comida, Dante les explicó a ambos lo que quería hacer aquella noche. Una pequeña fiesta de despedida para sus amigos.
Si bien la idea de salir y pasear por Arcanis parecía entusiasmarlos a todos, muchos centros nocturnos aún no abrían sus puertas, pues muchos de ellos, aún se encontraban en renovaciones mientras que otros estaban recuperando sus permisos correspondientes.
Y es que, al morir la vida nocturna de la gran ciudad, muchos propietarios habían optado por cerrar sus negocios.
Sintiéndose ligeramente culpable por aquello, Arioch no tardó en darle su permiso, incluso, le ofreció quedarse con el lugar de manera gratuita y permanente, sin embargo, Dante se negó a ello.
Y es que, aquel lugar, era demasiado lujoso, y encima estaba ubicado en la mejor zona de la ciudad.
Dante pensaba que, aceptarlo sin más, era aprovecharse de la situación de Arioch, por lo que, si Arioch realmente ya no lo quería, él prefería pagar por el lugar.
Tras lo que fue una larga discusión, ambos